Estos dispositivos podrían arrojar datos imprecisos
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Los relojes inteligentes y los tatuajes no se llevan bien. A estos dispositivos les cuesta tener datos precisos de la salud de sus usuarios, cuando estos tienen dibujos en su muñeca, ya que los sensores no pueden hacer el proceso de escaneo de forma óptima.
Este no es un problema menor, porque una de las funciones más importantes de los smartwatch y las bandas es el escaneo de esta información para lanzar notificaciones en caso de presentarse falta de oxígeno en la sangre, alta frecuencia cardiaca, niveles de estrés y demás.
El motivo por el que los tatuajes afectan el rendimiento de estos dispositivos es porque para realizar la medición de los datos de salud, el reloj emite una luz en la muñeca del usuario y hace rebotar ondas que son las encargadas de tomar la información.
Cuando hay algo que interfiere en el proceso, puede que los datos no sean precisos o directamente no sea posible recolectarlos. En el caso de los tatuajes, el problema radica en que se alojan entre la dermis de la piel y no permiten el buen desempeño de la luz que arrojan los relojes y las bandas inteligentes.
Pero los inconvenientes no solo se quedan en el registro de información de salud, sino que muchos de estos dispositivos usan este sensor para saber si el usuario tiene el aparato puesto y en caso de no detectarlo o ver que funciona con irregularidad, dejará de enviar notificaciones y el funcionamiento general puede ser intermitente.
Esta última parte del problema puede tener una solución. Algunos relojes inteligentes tienen la opción de suspender la función de detección, para que el smartwatch deje de buscar la muñeca a través del sensor y asuma que la persona lo tienen puesto siempre. Esto implicará que las notificaciones seguirán llegando, así nos retiremos el dispositivo, pero es una mejor opción a no recibir nada.
Por ahora el inconveniente con los tatuajes no tiene una solución definitiva por parte de las compañías. Samsung anunció hace poco una actualización para sus relojes inteligentes y corregir parte del problema, pero no hay detalles de cómo lo resolverá.
Así que aquellos que tengan tatuajes en sus muñecas tendrán que saber elegir entre los smartwatch que hay en el mercado, para ver si puede utilizarlo, eso sí, sacrificando la medición de datos de salud, que en su mayoría va a tener un comportamiento impreciso.
Apple Watch salvó la vida de una mujer
La recolección de datos de salud en estos dispositivos es importante, porque permite tener alertas en caso de presentarse una anomalía. Un ejemplo de ello es lo que sucedió con Kimmie Watkins, una mujer de 29 años, que gracias a su Apple Watch sigue con vida por la notificación que el reloj generó al detectar una actividad inusual cuando estaba en reposo.
Un día su frecuencia cardiaca se aceleró abruptamente llegando a las 178 pulsaciones por minuto, lo cual resultaba atípico en ese contexto y para alguien de su edad.
Watkins experimentaba mareos y dificultad para respirar temprano, aunque atribuyó estos síntomas a la falta de alimentación y a la ausencia de antecedentes de problemas cardíacos, el despertar repentino y el sonido persistente de su reloj la llevaron a buscar atención médica de manera inmediata.
Tras acudir al hospital le diagnosticaron una embolia pulmonar, una condición con una tasa de mortalidad del 50%. Este tipo de enfermedad obstruye el flujo de sangre en los vasos sanguíneos de ambos pulmones, lo que puede ser fatal.
El Dr. Richard Becker, cardiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati, habló con el diario WKRC y señaló que los monitores de frecuencia cardíaca en dispositivos de consumo, como el Apple Watch, son similares a los utilizados en el entorno hospitalario.