Por Mauricio Lira Camacho
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Aquí se trata de quien pegue primero.
Es el comentario generalizado de meseros y comensales en un restaurate ubicado por el rumbo de la central camionera, en donde ningún semáforo funciona, desde hace varios meses.
Poniendo en riesgo la integridad de conductores de diveras unidades.
Es un crucero con mucha actividad desde temprano, por el movimiento que se genera en el devenir de automovilistas que dejan a sus pequeños en un colegio particular.
Es paso de camiones de volteo cargados de material, que normalmente circulan de norte a sur, rumbo a la avenida donde se ubica el centro internacional de convenciones, CICPV.
También es paso constante de camiones foraneos por la cercanía que tiene con la propia central.
Corredor vial en el que se ubican varios negocios de gran tamaño, con el uso de varias unidades de reparto.
Quienes son asiduos a este restaurante, constantemente escuchan el rechinar de las llantas de los vehículos, esto debido al intempestivo frenado de las unidades para no impactar a terceros.
De los 4 puntos cardinales, transitan a gran velocidad todo tipo de autos compactos y de camiones, y que por las prisas no hacen un alto total por lógica, debido a que no funcionan los semáforos.
Algunos parpadean y en otros casos, ni siquiera encienden las luces, se trata de un grave problema que data de hace varios meses y que, pese ya se ha realizado el reporte correspondiente nada se ha hecho.
Afortunadamente por este motivo, no ha ocurrido algún problema grave de choque entre vehículos, «pero poco ha faltado», comentan clientes del lugar.
La otra hora pico de mayor algidez en el tráfico es entre las 13 y las 14 horas, de salida de los estudiantes del colegio particular.
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