‘La cocaína del mar’ se trafica por aire

CIUDAD DE MÉXICO/ Excelsior.com.mx/ El creciente tráfico ilegal de pez Totoaba, especie endémica del Alto Golfo de California o Mar de Cortés, conocida como la “cocaína del mar”, por su alto valor en China, pasa por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el Aeropuerto Internacional de Tijuana, reconoció la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Datos obtenidos a través de Ley de Transparencia, establecen que el modus operandi de las bandas del crimen organizado dedicadas a la extracción de totoaba desde San Felipe, Baja California y el Golfo de Santa Clara, Sonora —que matan a la vaquita marina con sus redes de pesca— se realiza por embarcaciones menores (pangas) “con chinchorros, cimbras y palangres, principalmente por las noches”.

El transporte se hace con el llamado método hormiga, oculto en pequeños refrigeradores, principalmente por el desierto o zonas con baja presencia de asentamientos humanos, “lo que dificulta su verificación y ubicación”.

Los buches o vejigas natatorias —que sirven al pez para regular su flotación— son deshidratadas para garantizar su conservación durante el traslado a los diferentes destinos, “reduciendo el peso, pero incrementando su valor comercial”.

El producto de totoaba, al que se le atribuyen efectos medicinales y afrodisíacos, se envía en contenedores mezclados con otras variedades del mar como la curvina golfina, por paquetería y oculto en equipajes.

Según la Profepa, las principales terminales aéreas utilizadas para el tráfico de Totoaba son el Aeropuerto Internacional de Tijuana y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Tan sólo en 2013 y 2014 se decomisaron 398 vejigas natatorias en acciones realizadas en el AICM.

El 27 de noviembre de 2014, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente dio a conocer el aseguramiento de 385 piezas de buche seco de totoaba en las instalaciones de Correos de México en la terminal aérea capitalina, que se encontraban en tres bolsas de plástico negras procedentes de Mexicali, Baja California, con destino a la República Popular de China.

El 25 de julio de 2015, inspectores federales lograron el decomiso de 274 vejigas de Totoaba deshidratadas en el Aeropuerto Internacional de Tijuana, envueltas en toallas de papel, comprimidas dentro de bolsas gruesas selladas al alto vacío, que se pretendían trasladar hasta Shanghái, China.

POR AIRE O POR TIERRA, LOS BUCHES LLEGAN A SU DESTINO

Greenpeace realizó en abril de 2015 una investigación encubierta con envíos de buche de pez curvina secos (legales), muy parecidos a las vejigas natatorias de totoaba, por correo y avión, sin ningún contratiempo.

El primer paquete salió el 27 de abril vía postal desde Estados Unidos a Hong Kong y llegó el 8 de mayo.

El segundo buche salió desde México por correo a Hong Kong el 30 de abril y arribó el 5 de mayo.

La tercera vejiga viajó a Hong Kong en avión desde Estados Unidos y la cuarta fue llevada con éxito por una activista en una maleta desde México en un vuelo comercial.

La agrupación ambientalista descubrió que, en el peor de los casos, los buches secos de pez totoaba llegan en una semana a su destino, a 11 mil kilómetros de distancia, y alcanzan un precio por pieza de hasta un millón de pesos.

De acuerdo con Greenpeace, las rutas alternas utilizadas por los traficantes son las garitas de Calexico o San Ysidro, por donde los traficantes cruzan a Estados Unidos con los buches, para llevarlos frescos a intermediarios en Los Ángeles o San Francisco, quienes los procesan y los mandan hasta el otro lado del mundo.

ABC DE LA TOTOABA

Ante el imparable tráfico de buche de totoaba en el Golfo de California, la Profepa elaboró una guía práctica con el fin de que policías estatales, municipales, elementos del Ejército Mexicano e infantes de la Secretaría de Marina puedan identificar en retenes y operativos a esta especie tan codiciada —su caza es factor de que sólo queden 30 ejemplares de la vaquita marina—.

El documento en poder de Excélsior indica que el declive de la población de totoaba de 1947 a 2007 fue de 95%

La totoaba puede alcanzar un peso superior a 100 kilogramos y su alta longevidad los hace vulnerables, ya que llegan a vivir hasta 35 años.

Se les puede encontrar a una profundidad de cero a 100 metros y alcanzan su madurez sexual entre los seis y siete años.

La totoaba tiene un cuerpo alargado, comprimido y posee un hocico puntiagudo

Al hacer una descripción detallada de la vejiga gaseosa o buche de la totoaba, sumamente cotizada en China, señala que “son un par de estructuras o apéndices membranosas de forma tubular muy largas y huecas que se ubican una a cada lado de la vejiga”.

                                                         
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