“Entendimiento Bicentenario”: claves para comprender el programa que sustituirá a la Iniciativa Mérida

La cooperación en seguridad dará prioridad a la reducción de la violencia, migración, seguridad fronteriza y la erradicación de la impunidad

La relación bilateral entre México y Estados Unidos tomará un nuevo rumbo en los próximos meses, dándole la bienvenida al programa Entendimiento Bicentenario —que da por enterrada la Iniciativa Mérida, que nació en las administraciones del presidente mexicano, Felipe Calderón (2006-2012) y su homólogo de EEUU, George Bush (2001-2009)—.

La nueva estrategia, anunciada este viernes en el Diálogo de Alto Nivel que sostuvo el mandatario federal Andrés Manuel López Obrador con funcionarios del gobierno de EEUU, tiene por objetivo la reducción de la violencia, migración, seguridad fronteriza y la erradicación de la impunidad.

Después de 13 años de que la Iniciativa Mérida entrara en vigor, y que tuvo por fundamento la asunción de una responsabilidad compartida ante la amenaza del narcotráfico, el canciller de México Marcelo Ebrard señaló que dicho programa estaba muerto y que Entendimiento Bicentenario lo suplantaría.

Sin embargo, anunció modificaciones como la eliminación del asistencialismo de armas, es decir, Estados Unidos ya no podrá enviar más equipo táctico a México.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha insistido que el 70 por ciento de las armas en el país —que también han servido para dotas a los cárteles de la droga— provienen de los Estados Unidos.

(Gráfico: Infobae México)(Gráfico: Infobae México)

El nuevo marco de colaboración entre México y Estados Unidos debe tener dos bases: el respeto mutuo; el plan de Entendimiento Bicentenario será de adaptación igualitaria para ambas naciones. En este punto Estados Unidos pretende implementar programas para erradicar las denuncias de violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas mexicanas.

Asimismo, las extradiciones deberán ser aplicadas a la misma velocidad en México y EEUU.

Izquierda a derecha. El secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken y el canciller de México, Marcelo Ebrard (FOTO:Patrick Semansky/Pool via REUTERS)Izquierda a derecha. El secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken y el canciller de México, Marcelo Ebrard (FOTO:Patrick Semansky/Pool via REUTERS)

La Iniciativa Mérida fue, desde el comienzo del gobierno de López Obrador, un dolor de cabeza, ya que desde entonces el mandatario federal cuestionó y vio con malos ojos la libertad de acción de la que gozaban los agentes infiltrados de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA).

En ese sentido, poco antes de la reunión de este viernes entre el presidente mexicano y funcionarios estadounidenses, se dio a conocer un retraso de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en la entrega de visas a empleados de la DEA.

Fuentes cercanas a la DEA señalaron al canal de noticias CNN que el trámite —que dura aproximadamente un mes— se ha prolongado por medio año. Esto dificulta el trabajo de los informantes en la lucha contra las drogas.

El retardo ya ha afectado a una veintena de representantes de la DEA, por lo que esta Agencia ha extendido la estadía de los elementos que ya se encontraban en México.

Además de la polémica de la infiltración de agentes de la DEA, para López Obrador la Iniciativa obtuvo resultados bajos en efectos del combate al narcotráfico.

El presupuesto de México en todas las áreas de seguridad es de 223 millones 755,700 pesos, pese a ello, las políticas de prevención y el combate a la corrupción han tardado en dar resultados, debido a que si no hay una guerra sistemática contra la corrupción no tendrá éxito la otra. Los golpes al crimen organizado siempre serán débiles sino se golpea también a los funcionarios implicados en el narcotráfico.

                                                         
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