En Morelos, 30 mil personas marchan contra la violencia

jornada.com.mx

Cuernavaca, Mor., Alrededor de 30 mil personas participaron en la quinta caminata por la paz, la justicia y contra la violencia convocada por el obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, quien llamó a los 5 cárteles de la droga que operan en la entidad a que paren la violencia.

Consideró que la situación ha rebasado a las autoridades de casi todo el país y de Morelos, tanto que 18 de 36 municipios de la entidad pagan derecho de piso de 100 mil a 500 mil pesos mensuales a las bandas criminales coludidas con policías municipales y estatales.

“A los grupos criminales que operan en nuestro estado: Jalisco Nueva Generación, Los Rojos, La Familia Michoacana, Los Tlahuicas y Los Mayas, les digo que el Señor los ama. ¡Nunca es tarde para rectificar y convertirse! Violencia engendra más violencia y sus luchas por el territorio, distribución de droga, lavado de dinero, tráfico de armas, afecta no sólo a la sociedad, sino a sus propios hijos, hermanos y padres.

Por amor a ellos, por temor a Dios les suplicamos: conviértanse, liberénse de ataduras que los manejan como esclavos y les impiden ver la belleza de la vida, de la libertad verdadera, a la magia del verdadero amor y la amistad, dijo el obispo, durante un mensaje desde el atrio de la Catedral al final de la marcha.

Señaló que hoy muchos pueblos del país y del estado, el cual gobierna Cuauhtémoc Blanco Bravo, viven la inseguridad, el miedo, el abandono de sus hogares y una orfandad de quienes tienen la obligación de proteger sus vidas y cuidar sus bienes.

“Parece que los grupos delincuenciales se han establecido como verdaderos dueños de espacios y cotos de poder, debido a la furia y a la capacidad de terror de muchos de ellos han puesto a prueba la fuerza de la ley y el orden; el sufrimiento de las familias mexicanas se ha acumulado en estos últimos años a causa de la violencia, refirió el prelado.

México, y en especial Morelos viven la escalada de violencia más grave de la historia contemporánea, pues de enero a marzo, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se registraron 8 mil 493 homicidios dolosos en todo el país, es decir, un aumento de 9.60 por ciento, comparado con ese mismo periodo de 2018, agregó.

En Morelos, dijo Ramón Castro, de enero a abril se denunciaron 14 mil 479 delitos, entre ellos homicidios, feminicidios, secuestros y robos, cifra que apenas representa 10 por ciento de los cometidos, pues recalcó que 90 por ciento de los hechos delictivos no se denuncian.

Precisó que con base en un informe de los sacerdotes de la diócesis de Cuernavaca, ha avanzado el cobro de derecho de piso; hay municipios donde 75 por ciento de los pequeños y medianos comerciantes pagan a las bandas criminales dinero que debería de ser para bien del pueblo y al final se desvía a los bolsillos de los malechores.

Cuestionó que si las mismas autoridades pagan a esas bandas criminales y no denuncian por intimidación y amenazas personales o familiares, ¿qué podrá hacer la señora que vende tlacoyos en Cuautla o acorazados en Cuernavaca?, a quienes les cobran también ese derecho. Existe un miedo que paraliza, que se acrecienta cuando se descubre que hay policías involucrados con bandas delincuenciales.

Sobre los homicidios, indicó que se calcula que de enero a mayo en Morelos se han registrado alrededor de 500, y destacó el aumento de crímenes dolosos en los municipios de Amacuzac, Tetecala, Huitzi-lac, Mazatepec, Jojutla, Miacatlán, Jantetelco, Coatlán, Zacatepec, Temoac, Xochitepec, Cuernava-ca, Temixco, Puente de Ixtla, Tlaquiltenango, Cuautla, Ayala, Jiutepec y Axochiapan.

Dijo que las estadísticas en otros han ido en ascenso como los homicidios culposos, lesiones dolosas, secuestros, extorsiones, feminicidios, narcomenudeo, lesiones dolosas, robos a casa habitación, negocios, vehículos, transeúntes, transportistas, muchos de esos registrados con gran violencia, trata de personas, lavado de dinero.

La marcha salió alrededor de las 9 horas de la iglesia de Tlaltenango, ubicada en la avenida Emiliano Zapata norte y antes de llegar al Zócalo, paró frente a la iglesia de El Calvario, en donde dos personas narraron su dolor de perder un ser querido por la ola de violencia que azota a Morelos. Aunque el gobernador Blanco Bravo anunció que iría a la marcha, de última hora decidió no hacerlo.

                                                         
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