Se formó la Depresión tropical Tres-E al sur de Chiapas; podría convertirse en Tormenta “Celia”

Debido a sus bandas nubosas, en las próximas horas se pronostican lluvias de muy fuertes a intensas en la frontera sur del país

infobae.com

Mientras “Blas” avanza como huracán categoría 1 en las cercanías de las costas del Pacífico Mexicano, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que la tarde de este jueves se formó la Depresión Tropical Tres-E al sur-sureste de Chiapas, en combinación con dos canales de baja presión.

A las 19:00 horas, a través de un comunicado, la dependencia detalló que el fenómeno meteorológico está aproximadamente a 350 kilómetros (km) al sur-sureste de Puerto San José, en Guatemala, y a 470 km al sur-sureste de la desembocadura del río Suchiate, frontera entre México y el país centroamericano.

Tiene vientos máximos sostenidos de 55 kilómetros por hora (km/h), rachas de 75 km/h y desplazamiento al norte a 4 km/h.

Se prevé que este sistema se intensifique rápidamente y dé origen a la tormenta tropical Celia, al sur de El Salvador.

Ciudadanos se protegen de la lluvia bajo los paragua en el municipio de Tuxtla Chico, en el estado Chiapas (Foto: Reuters)Ciudadanos se protegen de la lluvia bajo los paragua en el municipio de Tuxtla Chico, en el estado Chiapas (Foto: Reuters)

Debido a sus bandas nubosas, en las próximas horas se pronostican lluvias de muy fuertes (de 50 a 75 milímetros [mm]) a intensas (de 75 a 150 mm) para Chiapas, muy fuertes en Oaxaca y Tabasco, y lluvias fuertes (de 25 a 50 mm) en Campeche, Puebla, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán.

Asimismo, el SMN mantiene en vigilancia una zona de baja presión sobre el mar Caribe, con un 10 por ciento de probabilidad para desarrollar un ciclón tropical en el pronóstico a 48 horas. Se localiza a 510 km al este-sureste de Chetumal, Quintana Roo, con desplazamiento lento hacia el oeste-noroeste.

Trayectoria de Blas

A su vez, se dio a conocer que en la próximas horas el huracán Blas, que se localiza aproximadamente a 350 km al sur-suroeste de Manzanillo, provocará lluvias intensas en los estados de Colima, Jalisco y Michoacán, así como muy fuertes en Guerrero y Nayarit.

Imagen del cielo nublado en una playa de Manzanillo, Colima, ante la cercanía de Blas (Foto: Twitter/berthareynoso)Imagen del cielo nublado en una playa de Manzanillo, Colima, ante la cercanía de Blas (Foto: Twitter/berthareynoso)

Sus rachas de viento van de 70 a 80 km/h y oleaje de 3 a 4 metros (m) de altura en las costas de las tres entidades.

Las precipitaciones generadas por dichos sistemas podrían incrementar el nivel de ríos y arroyos, y provocar desbordamientos e inundaciones, por lo que se exhorta a la población a atender los avisos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y seguir las indicaciones de las autoridades estatales, municipales y de Protección Civil.

Blas llega después de Agatha, el primer ciclón de la temporada 2022 del Pacífico, que impactó el 30 de mayo como huracán categoría 2 en las costas del estado de Oaxaca, una de las zonas más pobres del país, donde provocó nueve muertos y varios desaparecidos, sobre todo en las playas de Zipolite y Mazunte.

A mediados de mayo, las autoridades mexicanas informaron que prevén la formación de hasta 40 ciclones con nombre para 2022, lo que calificaron como una “temporada activa”, y pronosticaron que del total de ciclones tropicales generados, tanto en el Atlántico como en el Pacífico, al menos cinco impacten en el país.

Así quedó la fachada de uno de los hoteles más lujosos de Zipolite, en Oaxaca, tras el impacto de Agatha (foto: especial)Así quedó la fachada de uno de los hoteles más lujosos de Zipolite, en Oaxaca, tras el impacto de Agatha (foto: especial)

El pasado 17 de mayo, Martínez Santoyo, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), remarcó que si bien las lluvias y ciclones pueden generar afectaciones, también hacen posible la vida porque nos permiten captar agua para minimizar los efectos de la sequía, así como para el consumo humano y las actividades agrícolas e industriales.

“Es en la temporada de lluvias, cuando las zonas áridas o semiáridas tienen la oportunidad de recargar el nivel de sus presas y de sus acuíferos, así como de favorecer el desarrollo de los cultivos de temporal”.

                                                         
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