Por Paty Aguilar
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Al pasar por la plaza de Bucerías, sobre la mesa de ostiones del restaurant del Payo, nos llamó la atención que entre las conchas había un caracol y junto a él una hombre de rostro quemado por el sol, por lo que supuse, se trataba de un ostionero. Le preguntamos si el ejemplar marino se había sacado en el mar de Bucerías, con su cabeza asentó que sí, fue así, ya en la charla, que me dijo que se trataba de un caracol del Caribe y que lo había extraído cerca de la playa del Tizate, poco antes de llegar a la playa de La Cruz de Huanacaxtle.
Le hice saber que no sabía que ese tipo de caracol habitaba en la Bahía de Banderas. Me contó que es un caracol que suele llegar a la zona cuando hay agua del mar caliente, sin embargo, dijo, ya poco se ve por la zona, si acaso dos o tres y a veces 4, como ocurrió hace cuatro meses. Antes, hace varios años, si se sacaban varios ejemplares, pero ahora ya no.
Comentó que este tipo de caracol, para ellos hace mucho tiempo dejo de ser comercial porque ya no se reproduce como antes, así cada que encuentran un ejemplar o dos o tres, se los llevan para consumo de su familia. Señaló que si se quiere conservar la concha, que es muy bonita por cierto, lo que se hace es cocer el animal con todo y concha y de esta manera, la concha queda intacta.
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