El buscador de personas desaparecidas murió de forma repentina a causa de un accidente en una planta de reciclaje, según los reportes oficiales
infobae.com
Mario Vergara Hernández, activista y buscador de personas desaparecidas, falleció la tarde del 18 de mayo a causa de un accidente en la recicladora de PET en la que trabajaba, en el municipio de Huitzuco de los Figueroa, Guerrero.
Su repentina muerte conmocionó a otras personas defensoras de los derechos humanos, así como a colectivos de búsqueda y medios de comunicación, especialmente porque días antes participó en las acciones que permitieron localizar el cuerpo de la joven Lesly Martínez cerca de la caseta de Paso Morelos, también en Huitzuco.
Mario fue presidente del colectivo Los Otros Desaparecidos y formó parte de la Brigada Nacional de Búsqueda de Fosas Clandestinas. Llevaba casi 13 años buscando a su hermano, Tomás Vergara, quien fue secuestrado el 5 de julio de 2012.
Luego de aquel lamentable suceso, su familia comenzó a recibir llamadas para exigir dinero a cambio de la vida de Tomás. Ellos denunciaron el secuestro y decidieron no pagar el rescate. Las amenazas empezaron a llegar, pero la justicia y el apoyo de las autoridades no.
Tomás, el hermano de Mario, fue secuestrado en julio de 2012. (Cuartoscuro)“Mi mamá decía: ‘Ve a buscar a tu hermano a los cerros, dicen que ahí los entierran’”, contó Mario en una entrevista para El Universal en enero de 2019. Cuando a su hermano lo privaron de su libertad, Mario trabajaba como repartidor de cerveza, pero ante la inacción de las instituciones tuvo que abandonar ese oficio y dedicarse a buscar a Tomás.
En la entrevista citada anteriormente reconoció que las acciones de las familias de los 43 normalistas desaparecidos en 2014 fueron una gran inspiración para él. “Ellos nos dieron la muestra de cómo buscar y cómo terminar con el miedo”, mencionó.
Debido a las constantes amenazas que recibió durante sus años como buscador de personas desaparecidas, Mario no podía vivir con su hija, Julieta. Tuvo que adaptarse a visitarla sólo cada cierto tiempo y en ella encontró una de sus mayores fuentes de esperanza.
“Hemos aprendido a leer la tierra, los colores de la tierra. Cuando alguien ha enterrado o ha hecho un hoyo, la tierra está revuelta […] Se ve porosa. Hemos encontrado cientos de personas en fosas clandestinas o tiradas en los cerros que nadie hubiera encontrado porque hemos ido a lugares inimaginables”, relató Mario en el documental Mexico’s Disappeared: Missing but unforgotten publicado en Redfish.
Lamentablemente, Mario murió sin tener noticias sobre el paradero de su hermano. (Twitter/@ZonaDocs)Debido a su constante labor para hacerle frente a la crisis de desapariciones persistente en México, Mario Vergara fue consultado en repetidas ocasiones por periodistas y productores audiovisuales para compartir sus opiniones y experiencias respecto a esta problemática.
En una entrevista con los hermanos Antonio y Rocío Melgoza Delgado, el activista hoy occiso explicó que una desaparición no implica sólo la ausencia de un ser cercano, sino que impacta en todos los ámbitos de la vida.
“La desaparición pudiera ser perderlo todo. No perdiste a tu familiar, ese te lo quitaron, pero detrás de eso hay un gran problema que queda, un gran problema de salud, economía, de amistades, de familias. La desaparición yo la he catalogado como el infierno […] Es la cosa más horrible que le pueda pasar a una familia”, consideró Mario.
En este sentido, durante su trayectoria como buscador de personas también hizo alusión a las graves implicaciones que esta problemática conlleva.
“No vale la pena sacar muertos y enterrar vivos; eso está sucediendo en las búsquedas de nuestros familiares desaparecidos, a muchos los van a matar”, fue una declaración de Mario recuperada por Eje Central. Sobre el riesgo que corren las y los activistas que desempeñan su misma labor, lamentó la frecuencia con que la muerte y la violencia los acecha. “Después de esto, ¿quién buscará a tu familiar?”.
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