Por segunda vez me otorgaron este apoyo, agradezco mucho por brindarme otra vez esta oportunidad de volver a escuchar”, Kevin Celaya.
“Mis pasos. El sonido interno de mis pasos es el recuerdo más fuerte que tengo de las primeras cosas claras que escuché; antes de eso, eran como murmullos que no entendía”, compartió Kevin Celaya, un joven bahiabanderense de 22 años que nació con una microtia bilateral, malformación congénita, que ocurre en uno de cada 10 mil nacimientos y que volvió difícil los primeros años de su vida.
“Kevin no escuchaba, sin embargo recibía vibraciones sonoras a través de los huesos, eso le ayudo a hablar”, explica su mamá, la señora Fabiola Rebollar, quien recuerda el largo camino que recorrieron juntos como familia, durante los primeros 15 años de su vida.
De consultorio en consultorio, de un hospital a otro, saliendo y entrando a quirófanos, hasta que logró que Kevin recibiera un Implante Coclear, “poco nos duró el gusto de que lo tuviera, porque con el clima que hay aquí se dañó rápido, y poco después de los 18 años, se volvió a quedar sin aparato”.
Debido al alto costo de los implantes y a que Kevin ya era mayor de edad, fue muy difícil para sus padres acceder a algún tipo de apoyo público, pues la mayoría son para menores de edad, situación que causaba frustración para la familia, “fue hace dos años cuando supimos de la campaña de Aparatos Auditivos del DIF, nos acercamos a la licenciada Ana y hicimos todos los trámites; lo vieron los doctores de Starkey y ha vuelto a escuchar. ¡oye mamá, el viento, cómo cantan los pajaritos! Y eso para una mamá pues le parte el corazón, ver la cara de alegría de mi hijo, cuando con la diadema ósea que le dieron de niño pudo escuchar algo y ahora que ya escucha mejor, no tiene precio”
Por segunda ocasión, debido a la humedad, el implante volvió a fallar, pero confiados, Kevin y su madre de nueva cuenta se acercaron al DIF, donde volvieron a solicitar el apoyo, “gracias a la licenciada Ana, al doctor Jaime, al equipo de DIF, a los del Club de Leones, hace unos días, le llegaron con su cajita de regalo y ahorita ya mi hijo puede volver a escuchar”.
Atrás han quedado los días difíciles para Kevin, el rechazo y el bullying que sufrió en sus años escolares; con el respaldo de su familia, da pasos firmes a un futuro prometedor, hoy es un estudiante universitario, gracias a los buenos valores inculcados en el seno familiar, un joven integro, con un espíritu altruista que vive intensamente.
Kevin se suma a las miles de vidas que en este 2019 se transformaron positivamente, como resultado de las gestiones que la L.T.S. Ana Esperanza Berumen de Cuevas, realizó ante distintas instancias y en este caso especificó, la suma de esfuerzos y buena voluntad en coordinación con el Club de Leones y la Fundación Starkey, hicieron posible la entrega de 750 aparatos auditivos, dos diademas óseas y el implante coclear que ha permitido que este joven bahiabanderense, conozca el mundo de sonidos que lo rodean.
El DATO:
El Implante Coclear es un aparato de alta tecnología que transforma las señales acústicas en señales eléctricas, las cuales estimulan el nervio auditivo y son procesadas por las diferentes partes que forman dicho implante, algunas de las cuales se colocan en el interior del cráneo y otras en el exterior.