proceso.com.mx
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El reclamo de justicia contra Olga Sánchez Cordero, en representación del gobierno federal, se hizo presente durante la ceremonia luctuosa realizada en Puebla para despedir los restos de la gobernadora Martha Erika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle, tras el accidente aéreo en el que fallecieron junto a tres personas más en Santa María Coronango.
“¡Fuera!… ¡Asesinos!… ¡Justicia!”, le gritó la multitud congregada la tarde del 25 de diciembre en la Plaza de la Victoria, durante el homenaje luctuoso que se les rindió a los cinco caídos.
Los casi mil 500 asistentes a la ceremonia, panistas en su mayoría, también arremetieron contra el partido político Morena, por ser uno de los más fuertes opositores al grupo político de los Moreno Valle.
La ceremonia dio inicio a las 16:27 y tuvo como único orador del evento a Luis Banck Serrato, exalcalde de Puebla, identificado con el morenovallismo y recién nombrado jefe de la Oficina del Ejecutivo, quien mencionó en su discurso “los ataques” que sufrió la gobernadora por parte de sus rivales políticos.
Arengó:
“Martha Erika defendió incansablemente la voluntad de los poblanos y fue confirmada por el más alto tribunal electoral del país, a pesar de los ataques de diversos actores políticos en contra de ella y de su triunfo”.
Aquí su discurso fue interrumpido por el coro: “¡Martha gobernadora!… ¡Martha gobernadora!”.
Luego, Banck retomó la palabra pidiendo realizar una investigación independiente para determinar las causas de la caída del helicóptero:
“Exigimos que se lleve a cabo una investigación profesional e independiente, que no deje lugar a dudas sobre las causas del accidente, un accidente que atentó contra la luz de esperanza para contar en nuestro país con un contrapeso democrático efectivo”.
Esta parte de su discurso fue interrumpida por los gritos de “¡justicia! ¡justicia!”.
En el centro de la explanada se colocaron las cinco urnas de madera con las cenizas de los caídos, así como sus fotografías. Y sobre una larga reja metálica se pusieron las largas coronas de flores.
Olga Sánchez Cordero, titular de Gobernación, encabezó la primera guardia de honor, en medio de reclamos como “justicia” y “fuera”, flanqueada por el exgobernador José Antonio Gali Fayad y Jesús Rodríguez Almeida, encargado de despacho de Puebla tras el accidente.
Frente a las urnas, en un extremo de la explanada, se encontraban los miembros de la clase política que asistieron a la ceremonia, todos ellos vestidos de riguroso traje negro.
Estuvo el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco; de Baja California, Francisco Vega; de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; de Querétaro, Francisco Domínguez; de Durango, José Rosas Aispuro; y de Tlaxcala, Marco Antonio Mena.
También estuvo el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés; la líder del PRI, Claudia Ruiz Massieu; y el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.
Además las senadoras Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes y el senador Manuel Velazco Coello, exgobernador de Chiapas.
Al llegar a la ceremonia, el político poblano también considerado morenovallista, Javier Lozano Alarcón, dio declaraciones a la prensa, pidiéndole al presidente Andrés Manuel López Obrador que no “polarice” a los poblanos, ya que –dijo— las declaraciones del mandatario, señalando que Martha Erika Alonso ganó fraudulentamente la gubernatura, solo han generado un ambiente de “crispación”, así como su negativa a visitar el estado.
Debido a estos, dijo, se están dando “especulaciones y sospechas” sobre las causas de la caída del helicóptero.
Durante la ceremonia, en la que una banda de la Policía Militar tocó marchas fúnebres, se guardó un minuto de silencio y se realizaron cuatro guardias de honor por parte de los gobernadores, legisladores, funcionarios estatales, familiares y amigos de los caídos.
A las 4:54 los familiares retiraron la guardia para que integrantes de la sociedad civil pudieran acercarse a despedir los restos de quien fuera la primera gobernadora poblana y marido, también gobernador entre 2011 y 2017.