Fitch Ratings ratifica la calificación BBB- con perspectiva estable de México

La agencia calificadora Fitch Ratings ratificó la calificación de México ubicada en BBB- con perspectiva Estable, y anticipó un crecimiento del PIB de 2.5% en 2022 y que se reducirá al 1.4% en 2023.

Proceso | CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La agencia calificadora Fitch Ratings ratificó la calificación de México ubicada en ‘BBB-‘ con perspectiva ‘Estable’.

De acuerdo con la firma, la calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas, y se proyecta que la deuda del gobierno/PIB permanezca estable en niveles por debajo de la mediana ‘BBB’.

La calificación está restringida por indicadores de gobernanza débiles, un desempeño de crecimiento a largo plazo moderado, una intervención de micropolítica que afecta las perspectivas de inversión en opinión de Fitch y los posibles pasivos contingentes de Pemex.

Mientras que la perspectiva “Estable” está respaldada por finanzas públicas estables y los formuladores de políticas otorgan prioridad a ésta y a una estabilidad macroeconómica más amplia, a pesar de los desafíos de las perspectivas de crecimiento económico moderado.

“Esto respalda nuestra evaluación de la credibilidad de la política macro como una fortaleza de calificación a pesar de las continuas intervenciones de política microeconómica y los desafíos de gobernabilidad”, señaló.

Fitch destacó que el gobierno reformó recientemente las reglas que rodean su Fondo de Estabilización de Ingresos (FEIP) para facilitar su acumulación (pendiente de la aprobación del Senado), incluso mediante el uso de otros activos financieros y ahorros presupuestarios derivados de costos de endeudamiento más bajos.

Si bien no se han agotado por completo, acotó, las reservas fiscales han disminuido en los últimos años y ya no están disponibles para compensar las pérdidas materiales de ingresos, lo que podría obligar al gobierno a recurrir a recortes de gastos (principalmente inversiones) para cumplir con el objetivo de déficit fiscal.

El FEIP cuenta actualmente con 25 mil millones (0.1% del PIB), y el gobierno anticipa aumentar los activos del fondo a 75 mil millones (0.26% del PIB) para fin de año.

Por otra parte, la firma espera que el gobierno siga comprometido a apoyar financieramente a Pemex, como parte de su prioridad de fortalecer el papel de las empresas estatales en el sector energético.

“Anticipamos que el gobierno continuará brindando apoyo ad hoc, pero no llegará a un compromiso firme de apoyo financiero sostenido. Dicho apoyo dependerá de la posición financiera de Pemex (y por lo tanto ha sido menor en el contexto de mayores precios del petróleo) y la posición fiscal del gobierno federal”, explicó.

Fitch no espera que el gobierno garantice la deuda de Pemex dada la legislación actual que restringe esto.

Crecimiento del PIB: 2.5% en 2022

En cuanto al crecimiento de la economía mexicana, la agencia calificadora pronosticó que el crecimiento del PIB real alcanzará el 2.5% en 2022 y se reducirá al 1.4% en 2023.

El crecimiento sigue viéndose obstaculizado por la lentitud de la inversión, en parte relacionada con el ruido político continuo y la incertidumbre regulatoria, particularmente en el sector energético.

Para Fitch, la demanda externa sigue siendo favorable a corto plazo, pero la economía se enfrentará a desafíos derivados de la esperada desaceleración de la economía estadounidense.

De hecho, anticipó que una leve recesión económica de Estados Unidos a mediados de 2023 es ahora el escenario central de Fitch.

Por otra parte, el consumo se beneficia de la mejora continua del mercado laboral y de las fuertes remesas. El crecimiento del PIB real de México seguirá rezagado tanto respecto de la calificación como de sus pares regionales. Una recesión estadounidense más aguda de lo esperado es un riesgo clave a la baja para la economía mexicana.

Sobre el nearshoring, la firma aseguró que cada vez más, la evidencia apunta hacia una mayor demanda de la producción de México (aunque esto aún tiene que traducirse en una mayor inversión agregada) como resultado de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y el deseo de los fabricantes de cadenas de suministro más cortas y resistentes.

“Una mayor dependencia de los Estados Unidos de los productos de México puede mejorar la resiliencia de este último a pesar de la desaceleración económica esperada. Los países asiáticos parecen haberse beneficiado de la reasignación de la cadena de suministro fuera de China en el corto plazo, pero el aumento de los costos de envío puede inclinar la balanza más a favor de México”.

                                                         
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