Aunque el uso de la inteligencia artificial es de mucha ayuda a la hora de crear textos, es importante revisar aquellos elementos que hacen obvia su “no humanidad”
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La inteligencia artificial es una de las herramientas que en la actualidad han tomado mayor relevancia en la vida cotidiana de las personas. Ya sea aplicada solo por diversión, o con fines educativos o profesionales, cada vez es más común la incorporación de la de IA para optimizar algunos trabajos, corregirlos e incluso crearlos desde cero.
De acuerdo con un artículo publicado en LinkedIn, la inteligencia artificial también ayuda a mantener presencia en el mundo digital. Y si bien se puede usar la herramienta para optimizar los procesos de creación, es importante siempre editar aquellas cosas que la IA escribe por si sola.
James Presbítero Jr, editor en la revista Medium dijo en un artículo que de hecho de tanto leerse, es posible reconocer cómo “suena” Chat GPT y la inteligencia artificial en general.
¿Qué palabras delatan el uso de IA en un texto?
Los textos escritos por personas pueden ser potenciados con inteligencia artificial para dar una escritura eficiente, sin faltas de ortografía y con una excelente sintaxis. De hecho, el uso de la IA no es algo que, a estas alturas, quiera evitarse. Pero hay un punto clave en la relación de lo escrito y la tecnología: las herramientas deben adaptarse al uso humano y no al revés.
Cuando se usan los chatbots para hacer entregables hay pistas reconocibles desde la primera lectura que revelan que el texto no salió de la mente de una persona, sino de una máquina digital.
En el mismo artículo de Medium se señalan que algunas de las palabras que más utiliza la IA para escribir son
La palabra “transformar” es una de las más empleadas por la inteligencia artificial para maximizar aquello que queremos contar. Sin embargo, esta expresión es innecesaria de emplearse, por lo que conviene borrarla de la oración o modificar el texto para poder prescindir de ella.
Ejemplo: “Las metodologías de la web semántica proponen un enfoque transformador al mejorar la profundidad de la comprensión de los motores de búsqueda”.
Lo mismo pasa con “fomentar”; la mayoría de las ocasiones esta palabra se ocupa sin que sea necesario y dejando cierta ambigüedad en la oración que se plasma. En la mayoría de los casos, esto puede cambiarse por algún verbo que sea más específico, descriptivo y apropiado para el contexto que se da en el texto.
Expresiones como “Piensa en ‘X’ como…”, “es como” o “no sólo… sino también…” son muy utilizadas por los chatbots para expresar metáforas o comparaciones, pero usualmente se puede cambiar por un lenguaje más directo, menos repetitivo y que puede eliminarse para reformular mejor aquello que se quiere expresar.
“La IA no sabe hacer buenas frases. Los resultados de la IA tienden a tener una construcción de párrafos poco impresionante, caracterizada principalmente por una longitud de oración monótona”, expresa James Presbítero Jr.
En el artículo de Daniel Colombo publicado en LinkedIn se explica que, de no editarse, es muy fácil encontrar la “mano” de la IA en los textos ya que ofrece entradas genéricas, falta de emociones y opiniones personales, una estructura predecible y conclusiones superficiales.
Muchas veces también se tiene información similar, ya que los chatbots exploran las mismas fuentes de internet para crear contenido, además en muchas ocasiones parece estar escrito sin (o con muy poco) contexto alguno.
De acuerdo con una investigación hecha por la empresa Redactores Alfa, la IA también tiende a estar polarizada, por lo que entrega oraciones demasiado cortas o demasiado largas y vacías solo para llenar parte del texto. De la misma forma, su estilo suele ser demasiado formal o muy impersonal, a veces también se presenta como un discurso motivacional cuando se quiere algo neutro. Tampoco suele mostrar desglose y transición de ideas entre párrafos.
Antonio Fernández Vicente, profesor de Teoría de la Comunicación en la Universidad de Castilla-La Mancha, escribió para The Conversation que esta “torpeza” por parte de los chatbots se debe a que la escritura es una de las cualidades del ser humano, que de hecho podría asemejarse a la artesanía desde la intelectualidad.
“La IA podría elaborar lipogramas como los de Georges Perec en una fracción de segundo, pero sólo serían un vano simulacro de usar y tirar. Es más eficiente, rápido e incluso barato, pero no más humano. La forma de escribir puede encarnar y proyectar identidades. Como la manera de hablar o de escribir a mano de cada cual, o como una pieza artesanal, la escritura distingue a quien desde la belleza se expresa sin artificio”, escribe el profesor español.
Por qué si usar IA para hacer textos
Pese a lo anterior, la IA no es una “mala herramienta”. Más bien, conviene a las personas saber cuál es el propósito para el que será utilizada.
La inteligencia artificial puede ayudar a quien necesita escribir un texto para superar los bloqueos mentales, para dar ideas de qué camino de escritura tomar, para hacer correcciones ortográficas o para identificar ideas claves dentro de algún material.
La inteligencia artificial no sirve para escribir por sí sola, ya que es notable que hay un robot detrás de aquel mensaje, debido a que no busca más que completar una tarea.
El uso de los chatbots en la escritura conviene además para agilizar procesos que pueden ser muy metódicos y largos para el ser humano. Siempre y cuando se compruebe, se cuestione y se compruebe, la IA puede ser un gran aliado de la escritura.