El grupo musical publicó un tema con mensaje social, tras ser cuestionado por su vínculo con contenidos violentos. La Fiscalía estatal evalúa suspender el proceso penal como una solución alternativa, sin afectar otras líneas de investigación abiertas.
Luego de enfrentar críticas por presunta apología de la violencia en una presentación en Zapopan, la agrupación musical Los Alegres del Barranco lanzó este sábado su nueva canción titulada “El Consejo”, un tema con mensaje reflexivo que, además de responder a un reto público del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, podría representar un giro en el proceso penal que enfrentan.
La Fiscalía General del Estado de Jalisco informó que, ante la disposición mostrada por los músicos al publicar un contenido con mensaje positivo, se abre la puerta a la posible suspensión condicional del proceso en su contra. La investigación principal se deriva de una presentación en un auditorio de Zapopan, donde supuestamente interpretaron un tema acompañado de imágenes relacionadas con un personaje del crimen organizado.
Según la Fiscalía, esta suspensión se contempla bajo lo establecido en el artículo 191 del Código Nacional de Procedimientos Penales, pero debe ser solicitada por alguna de las partes y aprobada por un juez. En caso de proceder, se cancelarían la garantía económica depositada por los implicados y las medidas cautelares impuestas, aunque el juez podría ordenar una reparación del daño como parte del acuerdo.
La eventual suspensión aplicaría también en otras tres carpetas de investigación abiertas por presentaciones similares en otros municipios del estado, siempre que los involucrados ya se encuentren vinculados a proceso.
Sin embargo, la Fiscalía precisó que esta medida no afectaría otra línea de investigación vigente por el posible delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en la cual ya existe un aseguramiento económico.
Con el lanzamiento de “El Consejo”, Los Alegres del Barranco no solo intentan reivindicar su mensaje ante la opinión pública, sino también cambiar el rumbo legal de un caso que ha puesto en el centro del debate la responsabilidad social de los artistas y el alcance de los contenidos musicales en contextos de violencia.