elfinanciero.com.mx
MORELIA.- A 24 horas de que el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, reveló que el padre Gerardo Flores Hernández fue encontrado sin vida en la comunidad de Nueva Italia en el municipio de Mújica, el cuerpo de la víctima no ha sido aún reclamado por sus familiares.
El cuerpo del sacerdote se encuentra en el Servicio Médico Forense en el municipio de Apátzingán, esto a nueve días de que fue reportado como desaparecido.
Además, Garfias Merlos agregó: «Auxiliares, presbíteros y toda la Arquidiócesis nos unimos al dolor y expresamos nuestras condolencias a los Misioneros de la Sagrada Familia» a la que pertenecía la víctima.
El viernes 24 de agosto, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que existió una denuncia penal tras la desaparición del sacerdote Gerardo Flores.
La Procuraduría expresó que el sacerdote acudió a celebrar misa en la comunidad de Matanguaran del municipio de Uruapan, pero posteriormente desapareció.
La PGJE dijo que personal de la Unidad Especializada en la Escena del Crímen se trasladó a a un predio abandonado, conocido como «Antiguo Molino de Arroz», ubicado sobre la calle Benito Juárez, de la zona Centro, para realizar actuaciones sobre el hallazgo del cuerpo que se encontraba en avanzado estado de putrefacción.
La víctima, de aproximadamente 50 años de edad, vestía una playera morada, pantalón de mezclilla y botas de trabajo, acotó.
El arzobispado de Morelia informó que el padre Flores Hernández era originario de Sombrerete Zacatecas, quien profesó sus votos perpetuos en la «Comunidad de los Misioneros de la Sagrada Familia».
Y fue ordenado sacerdote en el 2007 para la misma comunidad religiosa. Actualmente servía como Vicario Parroquial en la Parroquia de Santa Catarina de Alejandría en Jucutacato, Michoacán, así como también estaba al frente de Nazareth, Centro de Formación Familiar Infantil y Juvenil, concluyó.
Cargando ...
