El tiroteo se registró en un rascacielos de Midtown. El alcalde Eric Adams informó que el tirador murió por una herida autoinfligida y calificó lo ocurrido como otro episodio de violencia sin sentido
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Un tiroteo ocurrido la tarde de este lunes en un edificio de oficinas en Midtown Manhattan dejó un saldo de cuatro personas muertas, incluido un oficial de la Policía de Nueva York que se encontraba fuera de servicio. El agresor, identificado como Shane Tamura, residente de Las Vegas con antecedentes documentados de salud mental, se suicidó tras el ataque, según informaron las autoridades.
El incidente comenzó alrededor de las 6:30 p.m., cuando Tamura descendió de un automóvil BMW estacionado frente al edificio, ubicado en Park Avenue, portando un rifle tipo M4. Según detalló la comisionada de la policía, Jessica Tisch, el atacante abrió fuego de inmediato contra el oficial Didarul Islam, de 36 años, quien ingresaba al edificio. Islam murió en el lugar. Era inmigrante de Bangladesh y tenía más de tres años y medio de servicio en la fuerza policial.
“Murió como vivió. Un héroe”, declaró Tisch durante una conferencia de prensa. La comisionada añadió que Islam estaba casado, tenía dos hijos pequeños y su esposa se encuentra embarazada de su tercer hijo.
Tras disparar contra el oficial, Tamura continuó su recorrido dentro del edificio. Según la reconstrucción ofrecida por la policía, disparó contra una mujer que intentaba cubrirse en el vestíbulo, luego continuó rociando la entrada con disparos, alcanzando a otras personas. En la zona de los ascensores, el agresor disparó contra un guardia de seguridad que se resguardaba detrás del mostrador y luego contra otro hombre presente en el área.
Tamura tomó el ascensor hasta el piso 33, donde opera una empresa de gestión inmobiliaria. Allí, disparó y mató a una persona antes de avanzar por un pasillo y quitarse la vida.
En total, cuatro personas murieron y una persona permanece en estado crítico, informó el alcalde Eric Adams. “Estamos todavía desenredando lo que ocurrió”, señaló el alcalde en una declaración pública. “Cinco personas inocentes fueron alcanzadas por las balas”, afirmó.
Las autoridades no han determinado aún por qué Tamura eligió ese edificio en particular. “Estamos trabajando para entender por qué eligió esta ubicación”, dijo Tisch, quien también confirmó que en el vehículo del atacante se hallaron una funda para rifle, un revólver, múltiples cargadores y municiones.
El edificio donde ocurrió el ataque alberga oficinas de destacadas firmas financieras, entre ellas Blackstone, así como el consulado general de Irlanda y oficinas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL). La zona, altamente transitada, se encuentra cerca de la terminal Grand Central y la Catedral de San Patricio. Como resultado del tiroteo, el sistema de gestión de emergencias de la ciudad emitió alertas por cierres viales, interrupciones en el transporte público y demoras en el tránsito.
Jessica Chen, testigo del ataque, relató a ABC News que se encontraba en una presentación en el segundo piso cuando escuchó múltiples disparos desde la planta baja. “Escuchamos varios tiros en rápida sucesión desde el primer piso”, dijo. Chen y otras personas se refugiaron en una sala de conferencias, usando mesas para bloquear la puerta. “Estábamos realmente muy asustados”, expresó, agregando que llegó a enviar un mensaje a sus padres para decirles que los amaba.
Varios trabajadores de edificios cercanos describieron escenas de pánico al escuchar los disparos. “Fue como una estampida”, dijo Anna Smith, empleada de una firma financiera vecina, al relatar cómo regresó corriendo a su edificio al ver a personas huyendo.
El Departamento de Bomberos confirmó que recibió llamadas de emergencia informando sobre un tiroteo poco después de las 6:30 p.m. Las unidades de respuesta médica atendieron a los heridos en el lugar y coordinaron el traslado de la víctima en estado crítico.
Aunque el ataque se produjo en un contexto de descenso generalizado de los crímenes violentos en la ciudad, el suceso ha generado preocupación por la seguridad en espacios de trabajo y la accesibilidad a armas de fuego de alto calibre. Según datos del Departamento de Policía de Nueva York, hasta finales de julio la ciudad se encontraba en camino de registrar el menor número de homicidios y víctimas por armas de fuego en décadas.
Las autoridades continúan con la investigación para esclarecer el motivo del ataque y determinar si hubo algún tipo de vínculo previo entre el atacante y las personas o empresas que operan en el edificio. Mientras tanto, la ciudad permanece en estado de alerta, con una mayor presencia policial en zonas comerciales y de oficinas.