Adopción, un regalo de vida; falta cultura de amparo a menores en México

Ely narra cómo llegó a su vida George y junto a su hija y esposo formaron una maravillosa familia

excelsior.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO.

Hay muchos niños abandonados, mamá; uno puede ser mi hermano”, fueron las palabras con las que en 1986, la pequeña Marifer, a sus cinco años de edad, pidió a sus padres un compañero de vida, un socio de travesuras, un camarada de fantasía, un hermanito.

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La espera de Marifer fue breve, ya que sólo un año después, a Ely, su mamá, se le “embarazó el corazón” y una noche de fiesta, a la que asistió junto a Fernando, su esposo, recibió una noticia que cambió su vida.

Llegamos a la boda, nos encontramos a un amigo médico y nos preguntó: ‘¿Cuántos hijos tienen?’. Tengo a una niña y estoy esperando a otro”, comentó Ely, ante la sorpresa del galeno, ya que su cuerpo no mostraba las características comunes de un embarazo.

¿Estás esperando otro?”, cuestionó el médico.

Sí, pero en adopción”, contestó Ely.

Aquel médico, que el destino colocó frente a Ely y Fernando, se convirtió en una pieza clave, no sólo en el futuro de la pareja, sino en la vida del pequeño George, quien tras sufrir un desencuentro en sus primeros minutos de vida, tuvo la fortuna de encontrar un hogar y no formar parte de los 1.6 millones de huérfanos que se calcula hay en nuestro país, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), resaltados en el Punto de Acuerdo de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Senadores, fechado en el año 2013.

Este doctor puso la cara así de…, y le dije ‘¿es malo adoptar?’”, comentó Ely al continuar con su relato de lo que sucedió aquella noche.

No, es que el doctor de donde vengo me acaba de preguntar si conozco a alguien que quiera un niño en adopción, que él lo trajo al mundo, está en el hospital y la mamá dejó su carta de renuncia”, explicó el médico.

¡Yo lo quiero!”, dijo Ely sin titubear.

Ely, pero si ni lo conoces”, advirtió el médico durante el encuentro.

Es que yo no voy a ir a escoger; es lo que Dios me mande, sea niño, sea niña; es lo que vamos a recibir, sea blanco, sea moreno, sea amarillo, lo que sea; nosotros lo queremos como hijo, no como un estandarte ni para tener un muñequito en mi casa”, resaltó Ely.

INTERNADOS

Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del Censo de Población 2010, exponen que en México hay un total de 19 mil 174 menores de edad internados en casa hogar; sin embargo, no hay datos reales del total de niñas, niños y adolescentes huérfanos, así como aquellos en situación de calle.

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Aldeas Infantiles SOS México precisa que en 2016 se reportó que 33 mil 118 niños, niñas,  adolescentes y jóvenes vivían en Centros de Asistencia Social (CAS). De ellos, 73% reside en casa hogar para niñas y niños menores de 18 años; mientras que el resto en centros no especializados.

DIFERENCIA

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) define la adopción como el medio por el cual aquellos menores que por diversas causas ha terminado el vínculo con su familia biológica, tienen la oportunidad de integrarse a un ambiente armónico, protegidos por el cariño de una familia que propicie su desarrollo integral y estabilidad material y emocional, que los dote de una infancia feliz y los prepare para la vida adulta.

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Ely y Fernando resaltan que la adopción de su hijo George contó con algo más que buena suerte, ya que tras conocer la noticia de que había un pequeño en busca de hogar, sólo fue cuestión de horas para que el nuevo miembro de su familia estuviera entre sus brazos.

Hubo situaciones que también fueron interesantes porque al otro día pasamos directamente a donde estaba George, y afortunadamente, en razón de tres horas, estaba en casa ya con nosotros”, recordó Fernando.

Eso nos lo dijeron a la 1 de la mañana y a las 10:00 horas ya estaba con nosotros”, añadió Ely.

TUVIERON SUERTE

A pesar de que el proceso de adopción que tuvieron que seguir Ely y Fernando, fue bastante ágil, están conscientes de que dichos trámites deben de simplificarse para las personas que “tienen la necesidad de realizarse como padres”.

Afortunadamente, a nosotros Dios nos dio esa salvedad (…).  Eso ha sido para nosotros una cosa muy padre porque George es una persona muy constante (…) y eso nos ha ayudado mucho a que nos sigamos formando también como familia, porque es una cosa muy bonita el ver que tienes un hijo biológico y un hijo adoptado. ¿Sabes cuál es la diferencia? ¡Ninguna!”, recalcó Fernando.

Antes del primer contacto entre sus dos hijos, Ely tuvo una conversación con la pequeña Marifer, a quien le dejó claro que a partir de ahora la familia tenía cuatro integrantes.

Hablando con ella le dije, sí, vas a tener un hermanito, pero no quiero que crezcan y empiece el ‘eres adoptado’ o el ‘no eres igual que yo’”, relató.

BUEN MANEJO

Ely tiene la certeza de que el tema de la adopción fue bien manejado con George.

De más chico le preguntamos: ‘¿quieres conocer algo?, ¿quieres saber algo? Te ayudamos a buscar’”, dio a conocer.

Una vez de chiquito me dijo, porque veía las fotos de cuando yo estaba embarazada de Marifer; ‘¿mamá, cómo te embarazaste de mí?’ Le dije, ‘sabes qué, se me embarazó el corazón de felicidad, de que íbamos a tener un bebé con nosotros’. Creo que el tema de la adopción lo hemos manejado de una manera muy abierta”, expuso.

Fíjate, una cosa muy bonita, qué bueno que ya no tuvimos hijos biológicos, ¿sabes por qué?, porque no habríamos conocido a George”, agregó Fernando.

EL CAMINO

A nivel nacional, para realizar el trámite de adopción, los solicitantes deben seguir los siguientes pasos:

                                                         
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