Otro suplemento que es sensación en redes: Vita Deyún, hecho en Jalisco y por manos «100% mexicanas» es la nueva sustancia que promete no solo prevenir el Covid-19 (al estilo de las gotas recomendadas desde SEGOB a varios gobernadores que estuvieron enfermos), sino también curarlo en caso de pacientes ya contagiados.
xataka.com.mx
La información comenzó a circular como pólvora, luego de que diversos medios publicaran una nota exactamente idéntica, con mención a que el suplemento alimenticio (registrado así ante la Cofepris) fue examinado por el Centro de Investigación Biomédica de Occidente, conocido como CIBO.
«Aquí no tenemos nada que ver con eso» dice una nerviosa señorita que atiende al otro lado de la llamada a la dirección general del CIBO. «Debes ponerte en contacto con Secretaría de Salud de Jalisco, ahí llevan el proyecto», dice.
Puede que el CIBO no esté involucrado como instituto, pero sus investigadores sí. Pese a que el CIBO digan no tener nada que ver con el producto, ‘El Informador’ tiene una nota fechada del 16 de junio, en donde el director general del CIBO, José Sánchez Corona, explica que habría una prueba con 120 pacientes que de manera voluntaria recibirían el suplemento para luego monitorear su estado. Todos mostraron «reacciones favorables» dice el texto. Por otra parte, el investigador del CIBO, Luis Felipe Jave, dijo que los resultados tendrían que pasar ante la Cofepris para obtener su aval.
Ninguno de los dos doctores está disponible para entrevista, a decir del CIBO.
Desde luego que una sustancia probada en 120 personas, está lejos de tener aval de la comunidad científica para su uso como medicamento ante el COVID-19. Vita Deyún permanece como suplemento alimenticio, de forma que no requiere registro sanitario, y, entre otras cosas, no puede ostentarse como medida terapéutica para una enfermedad, según lo dicho por la propia Cofepris.
En específico, el artículo 22 de la publicidad de los suplementos alimenticios, indica que los productos no deben declarar propiedades que no puedan comprobarse, o declarar que son útiles para prevenir, aliviar, tratar o curar una enfermedad, trastorno o estado fisiológico.
Lo que dice Vita Deyún: la cura del COVID-19 por 1,800 pesos
El suplemento contiene vitamina C, ácido ascórbico, benzoato de sodio y silimarina, este último un compuesto natural que ahora mismo se le investiga por sus potenciales efectos terapéuticos para el COVID-19. Aunque no hay resultados contundentes avalados por la comunidad científica, los tempranos resultados sobre el compuesto (en donde entran protocolos como los de los doctores Sánchez y Jave), han dado herramienta suficiente para que los productores del suplemento se ostenten como la auténtica cura a la enfermedad.
Al otro lado de la línea de la llamada hecha directamente a Vita Deyún, a pregunta expresa a la operadora sobre si el producto se recomienda para pacientes con COVID, me responde: «por supuesto». La señorita, de voz amable todo el tiempo, presume que el stand del producto estará en los siguientes días en la expo de salud Guadalajara.
A petición de una investigación publicada en alguna revista científica para comprobar algún texto académico que sustente la efectividad del producto, la señorita asegura que el sitio oficial lo tiene. El sitio oficial no cuenta con enlace a ningún artículo de investigación, de forma que Vita Deyún ha quedado de enviarlo en cuanto lo tengan «a la mano». Ningún documento fue enviado tras la llamada.
La información que sí hemos recibido, es la que tiene que ver con dosis y precio. El costo de un frasco de 100 mililitros de Vita Deyún es de 1,800 pesos, lo que se contempla para un «tratamiento completo para 5 días por persona», tomando 10 mililitros cada 12 horas. El producto se envía por mensajería Fedex a toda la república, con costo de envío a cargo del cliente. Toda transferencia se hace a una cuenta en HSBC.
Aunque hemos intentado establecer contacto con la Secretaría de Salud sobre el «proyecto» emprendido en torno al suplemento alimenticio, no hemos tenido éxito. Más allá de que haya algún protocolo de investigación en torno al producto, no hay evidencia sobre su eficacia, y, al estar catalogados por la Cofepris como un suplemento alimenticio, no tienen las credenciales para ostentarse como un remedio terapéutico ni para COVID-19, ni para ninguna otra enfermedad.
Los medicamentos que han mostrado evidencia en resultados clínicos son hidroxicloroquina, cloroquina, azitromicina, remdesivir, danoprevir, lopinavir, favipravir, corticoesteroides y tocilizumab, todos ellos con particularidades en su aplicación y estado de la enfermedad en el paciente. De cualquier forma, «el nivel de evidencia para la mayoría de los estudios de estos medicamentos es bajo» de acuerdo a la propia Secretaría de Salud.
De acuerdo a la clasificación de SIGN, el grado de recomendación de cualquiera de estos medicamentos está entre C y E, lo que significa que siempre se debe tomar con cautela la información en la toma de decisiones sobre su uso, y se deben evaluar riesgos en cada situación particular.