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París. La libertad de prensa en el mundo está más amenazada que nunca debido a las informaciones falsas y la retórica antimedios de líderes como Donald Trump, según el informe anual de RSF, que deplora asimismo la grave situación en México.
La llegada al poder de Trump en Estados Unidos «precipitó la caza de los periodistas», deploró este miércoles Reporteros Sin Fronteras (RSF). Al acusarlos de publicar informaciones falsas, Trump «no solo compromete una larga tradición estadunidense de lucha por la libertad de expresión», sino que «contribuye a desinhibir los ataques contra la prensa en el mundo», dijo la organización.
En la era de la posverdad, «nada parece frenar el retroceso en las democracias» y países considerados antaño como «virtuosos» retroceden en la clasificación de RSF, como Estados Unidos (situado en el puesto 43, dos más abajo que en 2016), Reino Unido (40, -2) y Chile (33, – 2).
México, el más peligroso después de Siria y Afganistán
RSF incide en México, que en 2002 se hallaba en el puesto 75. Diez periodistas fueron asesinados en 2016 y «marzo de 2017 estuvo marcado por los ataques en serie». El país «sigue gangrenado por la corrupción y la violencia del crimen organizado, especialmente a nivel local», deploró. En términos de riesgo para la vida de los periodistas, la organización recordó que México se situó en 2016 solo por detrás de Siria (177) y Afganistán (120).
En el mismo grupo, la Turquía de Recep Tayyip Erdogan, se halla en el puesto 155, habiendo perdido 56 en 12 años. El país se ha convertido «en la mayor prisión del mundo», según RSF.
59 países se hallan en una situación sensible y solo hay 49 en unas condiciones «buenas o más bien buenas», entre estos Costa Rica (6) y España (29, +5). En el mismo grupo, Uruguay perdió cinco puestos, hasta el 25, y Chile dos, hasta el 33.
Nicaragua se desploma; Colombia mejora
Pero la mayor caída de esta lista integrada por 180 países, la registró Nicaragua, (92, – 17). La relección del presidente Daniel Ortega se caracterizó por «múltiples casos de censura, intimidación, acoso y detenciones arbitrarias», según el informe.
En medio de este retroceso que afectó a seis de cada diez países, RSF se congratula de la mejora «esperanzadora» en Colombia (129, +5) atribuida a los acuerdos de paz para poner fin al conflicto armado, «fuente de censura y de violencia contra la prensa». Además, en 2016, por primera vez en siete años, no fue asesinado ningún periodista.
En esta lista que abre Noruega y cierra Corea del Norte, 72 países se hallan en una situación «difícil» o «muy grave», como China (176) y Cuba (173), donde la muerte de Fidel Castro no alteró el «monopolio del Estado sobre la información». En este grupo, también destacan Rusia (148) México (147), Honduras (140), Venezuela (137), Colombia, Guatemala (118) y Paraguay (110).
Paso atrás en Uruguay y Chile
En ambos países, se registraron «presiones políticas directas y tentativas de obstaculizar el trabajo periodístico». En el caso de Chile, RSF critica además la promulgación de dos polémicas reformas conocidas como «leyes mordaza», que permiten sancionar los autores de las filtraciones de las investigaciones judiciales.
Por regiones, la libertad de prensa empeoró en todas desde 2013. La más difícil y peligrosa para los periodistas sigue siendo Oriente Medio y el norte de África, seguida de Europa del Este y Asia Central, Asia-Pacífico, África, América y Europa Occidental.
Sin embargo, el Viejo continente acusó el mayor retroceso en los últimos cuatro años. RSF deplora en esta región la aprobación de leyes que atentan contra la libertad de prensa y los ataques de líderes «antisistema» que como Trump tratan de desacreditar a los medios, citando al británico Nigel Farage y el italiano Beppe Grillo.