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Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este jueves a Florida como zona de desastre mayor tras el paso del feroz huracán Michael, que dejó al menos dos muertos, varios heridos, miles de damnificados y una «tremenda destrucción».
De acuerdo con el gobernador del estado del Sol, Rick Scott, el mandatario hizo la declaratoria siguiendo sus recomendaciones y a fin de «facilitar la entrega de más recursos federales que ayuden a la recuperación de las comunidades afectadas».
Infografía Graphic News
«Seguiré en contacto con todas las autoridades federales, estatales y locales para responder a esta devastadora tormenta», escribió en Twitter el gobernador que hará más tarde un recorrido por Panhandle (término informal con el que se designa la parte más noroccidental del estado).
Previamente, el presidente estadunidense se refirió a Michael como un huracán «increíblemente poderoso». Desde la Casa Blanca Trump reconoció que el ciclón «arrasó con todo a su paso y dejó una tremenda destrucción».
Además, Trump insistió en que el recorrido de Michael, que ya fue degradado a tormenta tropical, no ha terminado y que podría afectar en las próximas horas partes de Carolina del Norte y Virginia, en la costa este del país.
Michael entró por la costa floridiana en la tarde del miércoles siendo un huracán de categoría 4 con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora, a solo dos kilómetros por hora menos de la máxima categoría (cinco).
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes, que estudia desde 1965 el comportamiento de los ciclones en los Océanos Atlántico y Pacífico, Michael es el huracán más poderoso que ha golpeado esa zona del país en la historia.
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