Actualidad.rt.com/ Periodistas mexicanos protestaron la noche del 4 de junio ante miembros del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), organismo público que reguló los comicios que se llevaron a cabo en dicha entidad. Su demanda: esclarecer los casos de comunicadores asesinados en todo el país.
En un video compartido por la cuenta de Twitter de ‘Prensa de la Ley y el Orden’ (@PrensaLyO), se aprecia a los reporteros de distintos medios levantando la voz con la consigna «Soy periodista y estoy de luto», mientras nombran a cada uno de los comunicadores caídos.
Cabe destacar que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, aseguró en una conferencia de prensa en mayo pasado que «México tiene que distinguirse en el mundo por ser un país democrático que defiende a sus periodistas».
Compañeros periodistas se manifiestan en el @IEEM_MX exigen esclarecimiento de Asesinatos a colegas #CoberturaLyO #SoyPeriodistayEstoyDeLuto pic.twitter.com/i6gjkVdqfT
— PrensaLyO.Mx (@PrensaLyO) 4 de junio de 2017
Tan solo en este 2017 fueron asesinados los reporteros Jonathan Rodríguez Córdova, Filiberto Álvarez, Maximino Rodríguez, Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach y Javier Valdez Cárdenas. Hasta ahora, no hay detenidos ni responsables por los homicidios de los comunicadores.
Y aunque la Comisión Nacional de Gobernadores (Conago) y la Secretaría de Gobernación de México (Segob) firmaron el pasado 3 de junio un acuerdo para garantizar la libre expresión y erradicar la violencia contra periodistas y defensores de los derechos humanos, hay mexicanos que aún son amenazados por ejercer su labor informativa.
Tal es el caso de Juan Manuel Partida Valdez, presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa, quien fue amenazado de muerte tras el asesinato del fundador del semanario ‘Ríodoce’, Javier Valdez, el pasado 15 de mayo.
En entrevista con RT en Español, Juan Manuel asegura que la advertencia se «la hizo llegar un testigo del crimen de Valdez Cárdenas, el día 22 de mayo». Y agrega: «Me marcó por teléfono para informarme que, en punto de las 20:00 horas, yo sería el siguiente periodista asesinado en la entidad».
Juan Manuel cuenta a RT que el día 16 de mayo asistió a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa para acompañar al testigo que, además de presenciar el asesinato de Valdez Cárdenas, fue invitado por uno de los tres presuntos autores materiales para cometer ese y otros homicidios.
Ese mismo día, como también lo narró en su cuenta personal de Facebook, Juan Manuel acompañó al testigo a declarar lo que sabía respecto del caso ante el titular de la FGE de Sinaloa, Juan José Ríos; y ante Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, director de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
Dicho testimonio –según relata Partida Valdez– «hace referencia a una supuesta lista de periodistas a asesinar». Ese mismo día, la FGE le asignó a Juan Manuel cuatro custodios para que velaran por su seguridad durante el día, y dos más para que resguardaran su domicilio durante la noche.
«Yo sigo viviendo en Sinaloa», dice tranquilamente Juan Manuel, vía telefónica. «Yo hago periodismo detrás de mi escritorio, escribo de política y narcotráfico sin ningún problema, no había tenido hasta ahora una amenaza en mi registro. Aquí el problema no es la delincuencia, porque los tenemos enfrente». Y añade: «Sin embargo no podemos quedarnos callados si, por ejemplo, levantan a 11 policías o asesinan a uno de nuestros colegas», dice, haciendo referencia a Javier Valdez.
Cuando se le pregunta si piensa salirse de Sinaloa, entidad controlada por uno de los cárteles más sólidos y sanguinarios de la droga, él responde con un rotundo «no». Y cuenta: «Mi vida está aquí. Tampoco me he incorporado al Mecanismo de Protección a Periodistas de la Segob, tengo fe en que la Procuraduría General de la República de México (PGR) resuelva este caso porque, no puedo decirte mucho debido a que hay investigaciones en curso, pero existen muchas coincidencias entre las declaraciones del testigo y la carpeta de investigación de esta última instancia».
«Se tiene que saber la verdad», finaliza.
José Luis Montenegro