César Leonardo Aréchiga Picazo lo logró este viernes y convivió con mandos y la tropa militar en Puerto Vallarta
Con gran entusiasmo y orgullo, la mañana de este viernes el menor César Leonardo Aréchiga Picazo se convirtió en “Soldado por un Día” dentro de las instalaciones de la 41/a Zona Militar, en un evento cargado de emotividad que permitió a él y a su familia vivir de cerca la disciplina y el compromiso de la vida castrense.
La ceremonia inició en punto de las 08:00 horas, encabezada por el General de Brigada del Estado Mayor, Jorge Ramírez Zúñiga, comandante de la 41/a Zona Militar. También participaron el Teniente Coronel de Infantería José Rodrigo Pacheco Chuc, comandante interino del 9/o Batallón de Infantería, así como el Teniente Coronel de Infantería José Manuel Medina Que, segundo comandante y jefe de grupo de comando del mismo batallón.
La mamá del pequeño, Argelia Coral, estuvo presente en todo momento, orgullosa de ver a su hijo portar con honor la distinción de soldado honorario.
Pero todos los reflectores estaban puestos en César Leonardo, quien vestido como soldado honorario fue recibido con honores, aplausos y sonrisas de los militares. A su lado, su madre, Argelia Coral, no ocultaba el orgullo y la emoción de verlo cumplir este sueño simbólico.
El recorrido fue más que una visita: fue una aventura. El niño se maravilló al probarse el uniforme y el equipo, escuchó con atención cómo funcionan los radios de transmisiones, aprendió la importancia de los primeros auxilios y, con una curiosidad enorme, observó la demostración de vehículos militares.
Cada paso que daba arrancaba gestos de admiración y empatía entre los soldados que lo acompañaban.
Uno de los momentos más especiales fue la entrega de un reconocimiento y un presente, con lo que se selló la distinción que lo acreditó como “Soldado por un Día”. La sonrisa del menor, amplia y genuina, reflejó la felicidad de sentirse parte de la institución.
Tras compartir un desayuno con los militares, la experiencia concluyó a las 10:30 horas con una despedida formal, dejando en César Leonardo y en su familia un recuerdo que, sin duda, perdurará para siempre.
Este programa de la Secretaría de la Defensa Nacional no solo acerca a la niñez a la vida militar, sino que regala esperanza, motivación y momentos de alegría que fortalecen el vínculo entre el Ejército y la sociedad.
Este evento se logró gracias a la difusión de estas actividades, la familia solicitó información a la Zona Militar y se logró llevar a cabo el evento. Fue la sonrisa de un niño la que iluminó la mañana en la 41/a Zona Militar y recordó que la disciplina también puede estar acompañada de ternura y humanidad.