Hace unos días Alejandro C. (sacerdote) fue detenido por agentes de la Policía de Investigación. Se sabe por la Fiscalía que no conforme con haber violado a una niña, la amenazó con hacerle más daño, pero la menor decidió contar los hechos a su familia y hoy, este delincuente que usa el nombre de Dios para violar a niñas, ya está tras las rejas.
Comunicado | Los resultados de las indagatorias con perspectiva de género que realizó la Fiscalía Regional del Distrito V con sede en Chapala permitieron obtener datos de prueba que fueron suficientes para que un ministro religioso que está señalado como probable responsable de la comisión del delito de abuso sexual infantil y corrupción de menores, fuera vinculado a proceso.
El señalado es Alejandro C. de 40 años, quien hasta el momento de su captura oficiaba como sacerdote en una parroquia en la colonia Los Olivos II en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos.
De acuerdo con las investigaciones se logró saber que el agravio ocurrió el 15 de febrero del año en curso y posteriormente se denunció. Incluso se cuenta con información de que dicho sujeto presuntamente amenazó a la víctima para que no contara lo ocurrido.
Personal ministerial de la Fiscalía Regional del Distrito V, al tomar conocimiento del hecho realizó indagatorias con perspectiva de género que presumían de la comisión de los delitos por parte de Alejandro C. por lo que se solicitó la orden de aprehensión en su contra.
Hace unos días Alejandro C. fue detenido por agentes de la Policía de Investigación del Distrito V y fue puesto a disposición del Órgano Jurisdiccional ante el cual el Ministerio Público procedió a la imputación por los delitos de abuso sexual infantil agravado y corrupción de menores.
El Juez de Control entró al estudio del caso y consideró que los datos de prueba eran suficientes para vincularlo a proceso por los ilícitos ya señalados, con prisión preventiva oficiosa durante un año, como medida cautelar.
La Fiscalía del Estado reitera su prioridad para atender los delitos cometidos en agravio de las niñas, niños y adolescentes, para garantizar acceso a la justicia y a vivir una vida libre de violencia.
