El “Narco de narcos” fue arrestado por un operativo encabezado por la Secretaría de Marina Armada de México en Sinaloa; cuenta con dos órdenes de captura y una solicitud con fines de extradición
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La captura de Rafael Caro Quintero, el Narco de narcos, fue luego de que un canino de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) dio con él entre matorrales de Sinaloa.
De acuerdo con el reporte de la Semar, trabajos de inteligencia llevaron a ubicar al fundador del Cártel de Guadalajara en el poblado de San Simón, en Choix. Las investigaciones comenzaron tras su liberación, en 2013.
“En este contexto, se informa que citado objetivo fue localizado entre matorrales por un elemento canino de esta Institución, de nombre Max, cuyo adiestramiento de búsqueda y rescate permitió su ubicación”, informó la dependencia naval.
Según el comunicado oficial, en la captura del Narco de narcos participaron elementos de la Fiscalía General de la República (FGR), en coordinación con los marinos. Los efectivos federales localizaron a quien cuenta con dos órdenes de arresto y una solicitud con fines de extradición a Estados Unidos.
Caro Quintero quedó a disposición de las autoridades ministeriales para la integración de la carpeta correspondiente por indagatorias que ya designaron sus responsabilidades en el asesinato de Enrique Camarena en 1985, quien fuera agente de la Administración del Control de Drogas (DEA).
La Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), reconoce a citado presunto narcotraficante como líder de un grupo delictivo en este país
En las primeras imágenes difundidas sobre Caro Quintero se le nota rendido, seguro de que es ineludible escapar en el paraje boscoso de la sierra del Triángulo dorado del narco, donde se refugió desde 2013 en que fue liberado.
Apenas se observa que conversaba con los agentes que participaron en su captura. Se acerca para escuchar mejor y luego responde, como explicando algo. El video compartido no tiene audio y no se distingue el sentido de la plática, aunque asiente.
Portaba una camisa azul, pantalón de mezclilla, así como una chamarra entre café y verde olivo, del tipo guerrera militar. De pronto, un elemento de la Semar le extendió una botella de agua, la cual abrió para tomar. No se sabe si simplemente tenía sed o estaba cansado.
Mientras que en una fotografía donde se le ve custodiado por integrantes de la FGR llevaba el recipiente de plástico, así como un folder con hojas. Presuntamente, serían las órdenes de arresto que le fueron cumplimentadas.
Caro Quintero es acusado por delitos de narcotráfico desde la década de 1980, cuando lideraba el Cártel de Guadalajara junto con Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, y Miguel Ángel Félix Gallardo, el Jefe de Jefes.
Aquel grupo, según cálculos del gobierno estadounidense, permitió que el Narco de narcos acumulara una fortuna de más de USD 500 millones. Fue entonces que la DEA comenzó a seguirle la pista con mayor interés. Uno de los golpes más notables al negocio sucedió en su rancho el Búfalo, donde fueron destruidas más de 10 mil toneladas de marihuana, causándole pérdidas millonarias.
Tras indagar sobre los responsables del operativo, Don Neto y el Narco de narcos dieron con un agente infiltrado de la DEA, Enrique, Kiki Camarena Salazar. Los capos planearon el secuestro del funcionario y tras interrogarlo mediante tortura por dos días, Kiki Camarena fue asesinado en marzo 1985 junto con el piloto mexicano Alfredo Zavala.
Sus cómplices fueron detenidos y el Narco de narcos cayó en Costa Rica. Fue extraditado, juzgado y condenado a 40 años de cárcel. Pero en 2013 fue dejado en libertad tras un resquicio legal que se aceptó como falla al procedimiento.
Desde entonces esquivó la justicia, pero en 2018 fue incluido en la lista de los más buscados de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Ofrecieron una recompensa de 20 millones de dólares por él y se convirtió en objetivo prioritario del gobierno norteamericano. Un año antes había sido imputado en Nueva York.
Nueve años después de quedar fuera de las rejas, el perro Max de la Semar ayudó a ubicarlo. Ahora queda que sea extraditado a Estados Unidos, pese a que juraba que ya no volvió al narcotráfico y quería que lo dejaran en paz.