La auxiliar del Ayuntamiento de Puerto Vallarta enfrenta críticas luego de declarar en público que desconoce sus funciones laborales
infobae.com
La figura de Natalia Montaño Ruelas ha captado la atención pública después de aparecer en un video viral durante un espectáculo del comediante Franco Escamilla en Tepic, Nayarit.
La funcionaria del Ayuntamiento de Puerto Vallarta se ha convertido en tema de análisis y debate, debido a sus declaraciones públicas sobre su trabajo en el gobierno municipal. Su participación generó cuestionamientos sobre la profesionalización de los servidores públicos y la administración de recursos en las instituciones gubernamentales.

¿Quién es Natalia Montaño Ruelas?

La información oficial disponible en el Portal de Transparencia del municipio de Puerto Vallarta establece que Montaño Ruelas ocupa el puesto de auxiliar en la Secretaría de Hacienda Municipal, cargo que asumió el 18 de marzo de 2025.
Su función implica responsabilidades relacionadas con la gestión financiera del municipio, un área crucial para el funcionamiento del ayuntamiento. La presencia de una servidora pública en un evento de entretenimiento sería irrelevante si no hubiera mediado una declaración cuestionable sobre sus actividades laborales dentro del servicio público.

Durante la dinámica conocida como “Cabareteando”, Escamilla interactúa con asistentes. Montaño Ruelas tomó el micrófono y se presentó como trabajadora del Ayuntamiento de Vallarta. En tono humorístico, señaló que en su labor “se la pasa bien, toma mucho, come y pasea”. La situación escaló cuando el comediante le preguntó sobre sus funciones específicas y ella respondió: “No sé qué hago”. Esa frase fue suficiente para que las críticas comenzaran a multiplicarse en plataformas digitales.

Tras la viralización del video, usuarios investigaron su identidad y su papel dentro del gobierno municipal. Además de su puesto en Hacienda, se identificaron publicaciones que muestran afinidad con acciones políticas del gobierno local y con el Partido Verde Ecologista de México. También se le relaciona familiarmente con Ramón Ruelas Hernández, presuntamente su tío, lo que abrió discusiones sobre posibles vínculos políticos, aunque sin pruebas formales de nepotismo.
Montaño Ruelas reaccionó inicialmente a la polémica mediante una publicación donde aparecía junto al comediante, intentando mostrar la situación como algo sin consecuencias. No obstante, ante los comentarios negativos, decidió limitar las interacciones en sus redes y posteriormente eliminar la publicación. Ese manejo mediático generó mayor escrutinio, debido a que algunos usuarios percibieron falta de responsabilidad frente a la opinión pública.
El caso ha generado una conversación más amplia sobre la importancia de la rendición de cuentas y la preparación profesional de quienes reciben un salario del erario. Especialistas en gestión pública afirman que la ciudadanía mantiene expectativas legítimas sobre los funcionarios, quienes deben responder con claridad y transparencia.
Muchos consideran el episodio como un recordatorio de la necesidad de fortalecer la capacitación y supervisión de los empleados gubernamentales. La controversia sobre Natalia Montaño Ruelas continúa activa mientras se reflexiona sobre las exigencias de la función pública y la conducta de quienes ocupan un cargo oficial. El seguimiento ciudadano a este tipo de casos demuestra la exigencia social por un servicio público eficiente, honesto, profesional y totalmente comprometido con el bienestar de la comunidad siempre en todo momento.


