Agencias.- El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal informó que el actuar de las juezas Décimo y Undécimo de lo Familiar en el litigio entre Mireya Agraz Cortés y Leopoldo Olvera Villa se apegó en todo momento a las actuaciones que obran en los respectivos expedientes, y siempre mirando en todo por el interés superior del menor.
El TSJDF detalló que en la resolución de la juez 11 de lo Familiar, que concedió la guarda y custodia a Leopoldo Olvera Villa de los tres hijos procreados por ambos, por encontrarse bajo el supuesto de alienación severa, fue confirmada en segunda instancia por magistrados de la Tercera Familiar.
Incluso, la finada Mireya Agraz Cortés recurrió al juicio de amparo, siendo negada la protección y amparo de la justicia federal por el Juzgado Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil, y en contra de ello interpuso el recurso de revisión que se encuentra pendiente de resolver hasta el día de hoy por el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito”, justificó el Tribunal Superior de Justicia.
Por otra parte, la juez resolvió en su sentencia la obligatoriedad del padre para que llevase a los tres menores a terapias psicológicos ante los profesionistas en la materia adscritos en ese entonces al Instituto de Ciencias Forenses, para tratar la alienación parental que habían sufrido.
La juez fijó audiencia para la presentación de los menores a fin de entregarlos al padre.
En el caso de la actuación de la juez Décimo en Materia Familiar ésta se ciñó única y exclusivamente a la disolución del matrimonio entre Mireya y Leopoldo.
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