Los opioides sintéticos han sido un motivo de constante alerta para las autoridades en EEUU y México
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En 2021, las autoridades de Knoxville, Tennessee se enfrentaron a una emergencia relacionada con opioides sintéticos. De 218 personas que murieron por sobredosis, se encontró que 26 habían ingerido fentanilo mezclado con otra droga aún más potente.
Se trataba de una variante de los nitazenos o benzimidazoles, un grupo de sustancias que han sido coloquialmente llamadas ‘droga Frankenstein’ debido a la posibilidad de hacer modificaciones en su estructura química para incrementar su potencia.
De acuerdo con información de la Administración de Control de Drogas (DEA), los nitazenos aparecieron en la década de 1950. Un grupo de químicos de la compañía suiza CIBA buscaba sintetizar un analgésico que fuera más potente que la morfina, pero que no generara dependencia.
Su primer objetivo fue alcanzado con éxito, pero decidieron abandonar el proyecto cuando se percataron de la fuerte adicción que los nitazenos eran capaces de provocar.
Estas sustancias aparecieron en el radar de la DEA en 2019, pues notaron su presencia en combinación con otras drogas en el medio oeste y el sur de Estados Unidos.
Una de las variaciones más comunes de estas sustancias es el isonitazeno, conocido en las calles como ‘ISO’ o ‘Tony’, Esta presentación es normalmente producida en China y tiene una potencia cinco veces mayor a la del fentanilo.
Sin embargo, esa no es la versión más letal de los nitazenos, ya que ese título le corresponde al etonitazeno, una variante 10 veces más potente que el fentanilo y mil veces más poderosa que la morfina.
Otro analgésico de la familia de los benzimidazoles que la DEA identifica como más fuerte que el fentanilo es el protonitazeno, cuyo impacto puede ser hasta dos veces mayor que el de la droga que Los Chapitos del Cártel de Sinaloa convirtieron en su principal negocio.
Hasta noviembre de 2022, las autoridades de EEUU identificaron por lo menos nueve sustancias derivadas de los nitazenos, de las cuales tres son menos potentes que el fentanilo y sólo dos son inferiores a la morfina.
¿Los nitazenos podrían sustituir al fentanilo?
En años recientes, en estados como Florida se ha visto un incremento en la presencia de los nitazenos en casos de sobredosis y decomisos de drogas.
Aunque no han tenido la misma distribución y alcance que el fentanilo, las restricciones y operativos que han iniciado los gobiernos de EEUU y México en contra de esta última sustancia podrían orillar a organizaciones criminales a buscar otras alternativas en el negocio del tráfico de drogas.
De todas las variantes de los nitazenos, sólo dos —clonitazeno y etonitazeno— se encuentran regulados por la Convención Única sobre Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El resto no tiene, hasta el momento, control internacional alguno.
Sumado a ello, la cercanía entre laboratorios químicos en China y grupos delictivos de alcance internacional —como el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG)— es un factor de constante alerta para las autoridades.