Se trata de una práctica que se originó en Estados Unidos y que es considerada como un tipo de violencia sexual.
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CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La saxofonista María Elena Ríos amplió en un comunicado sus acusaciones contra el actor Tenoch Huerta, a quien primero calificó de “depredador sexual” y que ahora señaló de ejercer “stealthing”.
La activista y feminista respondió a la carta publicada por Huerta, en la que éste asegura que ya ha contratado un equipo legal para proteger su reputación.
Ríos, víctima de un ataque con ácido, actualmente promueve una iniciativa para castigar el tipo de agresiones como el que ella vivió como feminicidio y tentativa de feminicidio.
El término “stealthing” es usado para denunciar un tipo de violencia sexual que consiste en que una persona se quita el condón sin el consentimiento de su pareja o sin que se dé cuenta.
El pasado 10 de junio, María Elena Ríos señaló a Huerta como depredador sexual.
“Es muy difícil hablar del abuso emocional y abuso de poder de un depredador sexual que es amado en el mundo por interpretar a un personaje de una película como @TenochHuerta En apariencia encantador, la gran característica de un narcisista + una buena porción de victimización”, publicó en su cuenta de Twitter.
“’¿Y por qué no denunciaste?’ Dicen los que viven en un país machista, donde la justicia es inalcanzable donde casi te matan y ni aún así te creen ni llega la justicia. Y no, no quiero ser famosa. Y no, no quiero dinero porque sé trabajar”, añadió la saxofonista.
La respuesta de Tenoch
En Instagram, el actor de la película Black Panther: Wakanda Forever de Marvel, respondió al señalamiento de María Elena Ríos, al que consideró falso y sin fundamento.
“Una acusación falsa y completamente sin fundamento sobre mí se ha extendido como fuego, y no puedo dejar que siga sin ser cuestionada.
“Hace aproximadamente un año, salí con Elena durante algunos meses. Fue totalmente consensuado en todo momento, como muchos pueden atestiguar. Y a lo largo de todo fue una relación amorosa, cálida y de apoyo mutuo. Sin embargo, después de que terminó, Elena comenzó a tergiversar nuestras interacciones tanto en privado como frente a grupos de amigos en común.
“Como resultado, hace unos meses contraté a un equipo legal para iniciar las acciones correspondientes para proteger mi reputación y refutar estas acusaciones irresponsables y falsas que puedan generar daños y perjuicios.
“Aunque de ninguna manera soy perfecto, sé que estas acusaciones son simplemente falsas. Y aunque siempre trabajo para mejorar, debo rebatir las afirmaciones que son tanto equivocadas como ofensivas”, dijo Tenoch Huerta en su comunicado.
“La violencia que ejerces aún no se legisla”: Ríos
El pasado jueves 15, María Elena Ríos respondió con un comunicado de dos cuartillas en el que afirma: “A lo largo de los años he construido una voz y no voy a permitir que un comunicado cobarde pretenda menguar las violencias que Tenoch ejerció y sigue ejerciendo hacia mi persona por seguir evadiendo su responsabilidad”.
Consideró que el comunicado del 12 de junio de 2023 de Tenoch “evidencia las técnicas de intimidación tradicionales y típicas de un agresor y que provienen de las estructuras fundadas desde el patriarcado”.
Y es en ese contexto en el que denuncia el “stealthing”.
“Las mujeres que nos encontamos en un proceso emocional vulnerable al tener contacto con un abusador narcisista, somos arrastradas hacia una dinámica en donde el miedo a la burla de nuestra intimidad nos frena a denunciar.
“Los actos consensuados en un inicio no determinan que sigan siéndolo todo el tiempo porque quitarse el condón sin avisar es un delito de agresión sexual y en inglés se le conoce como stealthing”.
En su comunicado detalla lo que llama el «modus operandi» que ejerce Tenoch Huerta en sus relaciones de pareja y se refiere también a Poder Prieto, el grupo al que pertenece el actor.
“A esto le antecede una secta, que en apariencia funge como un colectivo, pero que se ha apropiado de un discurso antirracista para reunir un capital de seguidores y obtener fines personales de nombre Poder Prieto, el cual lo protege y lo seguirá haciendo porque son las únicas personas que lo pueden respaldar en sus dichos”.
Luego se pregunta: “¿Cómo denunciar en un Sistema Judicial Mexicano si el 94.8% de las denuncias quedan impunes?”.
En ese contexto recuerda que es sobreviviente a un feminicidio en grado de tentativa con ácido sulfúrico 98% puro, “una de las violencias mas extremas hacia una mujer”.
Al referir cómo conoció a Tenoch Huerta y en qué circunstancias se dio la relación, lo acusa también de ejercer sobre ella gaslighting (un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria) y Pity Play (actitud que utiliza la persona maltratadora para distorsionar la verdadera historia y mostrarse como la parte dañada y así culpabilizar a la otra parte).
En el tuit que acompaña su comunicado le dirige el siguiente mensaje a Tenoch Huerta:
“Tenoch, sabes que para mí es difícil hablar de la violencia que me ejerciste porque tengo un proceso legal por feminicidio en tentativa. En México la violencia que ejerces aún no se legisla. Te aprovechaste. Entendí que la vergüenza no es para mí sino para el violentador”.
Stealthing
El “stealthing”, que literalmente significa sigilo, se trata de una práctica de remoción del preservativo sin consentimiento, que se originó en Estados Unidos y que trae como consecuencias embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, Virus de Papiloma Humano (VPH) y Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
En México aún no está legislada, aunque se han presentado iniciativas para su penalización.
“Este tipo de prácticas que va en aumento en el mundo, son sumamente peligrosas, ya que no solamente pueden provocar embarazos no deseados, sino enfermedades de transmisión sexual que ponen en peligro la salud y la vida de las y los ciudadanos”, señala una iniciativa de ley propuesta en la Cámara de Diputados en 2021 para castigar con multa y prisión a quien ejerza estas prácticas.
Otra iniciativa propuesta en el Senado ese mismo año lo define como la práctica que consiste en no utilizar el preservativo durante una relación sexual, dañarlo o quitárselo, sin consentimiento de la pareja o sin que la pareja se dé cuenta, violando el consentimiento de la pareja.
“Este acto es un ataque a la integridad sexual de la víctima, pues es una modificación unilateral y no consentida de las condiciones previamente acordadas. Aunque no haya existido violencia o intimidación, sí hay falta de consentimiento lo que perjudica la libertad sexual de la pareja”, señala la argumentación de la iniciativa.
El stealthing, detalla, es un ataque a la libertad sexual de la persona agredida, pues el compañero sexual prescinde del condón o preservativo, en todo o en parte del acto sexual, omitiendo la condición previamente impuesta por la pareja. Esta situación conduce a una relación sexual cuyas condiciones no se encuentran consentidas y, por tanto, atenta contra la libertad sexual, la autonomía corporal y la libertad de elección reproductiva.