El puerto jalisciense se consolida entre las diez ciudades del país con menor percepción de inseguridad, lo que fortalece su atractivo para turistas e inversionistas.
Puerto Vallarta está consolidando resultados positivos en materia de seguridad ciudadana. Según la última edición de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el INEGI, el municipio de Puerto Vallarta registró un índice de percepción de inseguridad de 24.7 % al corte de septiembre de 2025, lo que lo ubicó en la octava posición entre las ciudades del país con menor percepción de inseguridad y número 1 en Jalisco.

Este dato confirma que solo alrededor de una de cada cuatro personas mayores de 18 años residentes en Puerto Vallarta consideró “inseguro” vivir en su ciudad, lo cual contrasta favorablemente con el promedio nacional, que según la ENSU del segundo trimestre de 2025 fue de 63.2 %.
El hecho de que Puerto Vallarta se mantenga entre las primeras diez ciudades más seguras de México, por percepción ciudadana, es un reflejo del trabajo que se ha desplegado desde la Dirección de Seguridad Pública de Puerto Vallarta bajo las instrucciones del presidente municipal, Luis Ernesto Munguía, además de otras instancias municipales y estatales de seguridad.
Entre las acciones más importantes están:
- Fortalecimiento del patrullaje y presencia policial en zonas clave del municipio.
- Estrategias de proximidad ciudadana y vigilancia focalizada en áreas de mayor flujo turístico.
- Coordinación con instancias estatales y federales para prevenir delitos y mejorar la percepción de seguridad.
- Campañas de comunicación para reforzar la confianza ciudadana en los cuerpos de seguridad y promover que la población participe con reportes oportunos.

Este escenario permite al municipio fortalecer su imagen como destino seguro para residentes y visitantes, lo cual también tiene impacto positivo para la actividad turística y económica. Por supuesto, mantener esta posición exige no bajar la guardia.
En este contexto, resulta pertinente que las autoridades municipales realicen un seguimiento constante de los indicadores, continúen promoviendo la participación ciudadana y refuercen mecanismos de rendición de cuentas, para que la mejora en percepción de seguridad se traduzca también en mejora en resultados operativos y de confianza.


