El triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador en el 2018 marcó el inicio de un cambio radical para la historia de nuestro país, un cambio que implica no sólo una transición democrática y pacífica, sino también, un verdadero cambio de régimen, el inicio de la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
Más de 30 millones de mexicanos dieron su abierto respaldo en las urnas a este Proyecto Alternativo de Nación.
La confianza y la esperanza de este sufrido pueblo renació a pesar de que los pregoneros del desastre, esos mismos que nos llevaron a la ruina y la miseria en los últimos 39 años, intentaron polarizarnos movidos por el miedo a perder sus privilegios, su condición de beneficiarios exclusivos de la vasta riqueza de nuestra patria.
A tan solo dos años del inicio de esta gran trasformación nacional, nuestro pueblo ha comenzado a ponerse de pie. La fisonomía de nuestro país comienza a cambiar:
El Estado ha recuperado la rectoría, la soberanía se hace valer y se respeta, la redistribución equitativa de la riqueza se convierte en una realidad, la corrupción se combate como nunca antes y la austeridad republicana se ha vuelto una forma real de gobierno.
No hay duda, la Cuarta Transformación nos está regresando la dignidad a las y los mexicanos.
Ante estos avances, que han sido muchos y aplicados en poco tiempo, las fuerzas retrógradas, la minoría rapaz que durante largos años creyeron ser los dueños de México, se han quitado la máscara. En el proceso electoral actual, las fuerzas conservadoras, divididas en varios partidos, se han unificado en la misma consigna:
desacreditar por todos los medios a la Cuarta Transformación, así como al partido-movimiento que la abandera.
Ya vimos que a ellos no les importan los ciudadanos, los principios o la ideología; tricolores, blanquiazules, amarillos y naranjas se han aliado bajo una sola bandera: la defensa de sus intereses particulares.
El mejor ejemplo de esta denigración política lo tenemos sin duda en Jalisco, ante un gobernador y su partido que llegaron prometiendo mucho, han realizado muy poco y han endeudado al estado como nadie lo había hecho antes. Qué decir de los gobiernos municipales de MC que han decepcionado y traicionado una y otra vez al pueblo, pero que en esta elección se convierten en los más feroces críticos de la 4T, gastando millones en desprestigiarnos, en atacarnos porque saben que van a perder, porque saben que el pueblo ya no quiere que siga gobernando esta naranja podrida que tanto daño ha hecho.
Sin embargo, por mucho que difamen, por mucho que “inviertan” recursos económicos en sus ansias de recuperar o mantener el poder, la derecha y los conservadores están moralmente derrotados, como lo ha repetido justamente en varias ocasiones nuestro presidente. No han entendido que este pueblo ya despertó, que el pueblo está tomando conciencia y no se dejará pisotear o humillar nunca más.
Nosotras, nosotros, los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional en Puerto Vallarta y todo nuestro quinto distrito le decimos fuerte y claro a aquellos que intentan dividir al pueblo y dividir a nuestro movimiento:
¡No pasarán! Morena, el partidomovimiento que está abanderando la esperanza está de pie, más fuerte y más unido que nunca. Sus intentos por desacreditarnos, infiltrarnos y desunirnos fracasaron y fracasarán porque a este movimiento, a esta transformación ya nadie la para.
Las y los candidatos que representamos a Morena por el quinto distrito en este proceso electoral le decimos a Puerto Vallarta, Cabo Corrientes, Tomatlán, San Sebastián del Oeste, Mascota, Talpa de Allende, Atenguillo, Guachinango y Mixtlán que no mentiremos, no robaremos y no traicionaremos a nuestro pueblo.
Les decimos que hoy más que nunca Morena es la esperanza de nuestro distrito, de Jalisco y de todo México.
Les decimos que defenderemos dignamente lo que juntos hemos avanzado y pugnaremos porque se incrementen los beneficios sociales que ya están transformando al país.
Tenemos las mejores propuestas, tenemos a las y los mejores candidatos, tenemos el mejor partido de México y también el abierto apoyo popular. No defraudaremos esa esperanza, confianza y cariño que nos ha brindado nuestra gente. Amor con amor se paga. Ejerceremos nuestros encargos con honestidad, humildad y vocación de servicio.
Al pueblo sólo le pedimos que refrende su esperanza en este movimiento, que nos brinde su confianza y este seis de junio votemos “3 de 3” por Morena, en las elecciones municipales, a la diputación local y federal, para que la transformación siga avanzando.
Los opositores intentaron dividirnos y en su intento, sólo nos volvieron más fuertes.
Morena avanza y seguirá luchando hasta traer la Cuarta Transformación a cada uno de los municipios de nuestro distrito, hasta regresarle la dignidad y el control al soberano, a nuestro querido pueblo de Jalisco y todo México.
Sólo el pueblo puede salvar al pueblo, y sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación. Unidad y movilización por la Cuarta Transformación ¡Morena va!
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