Esta es la primera ocasión en la historia política de la entidad que el PRI –que en 2018 perdió en el Legislativo local la mayoría parlamentaria que había mantenido desde su fundación, y en 2022 la gubernatura estatal tras 93 años de mando– se queda sin representantes en la Cámara.
PACHUCA, Hgo. (apro).- Los ocho diputados locales que integraban la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso de Hidalgo renunciaron a su militancia al argumentar «falta de espacios» y divergencia con el actuar de la dirigencia nacional, a cargo de Alejandro Moreno Cárdenas.
Con ellos, también declinó a continuar en el partido la actual dirigencia del Comité Directivo Estatal (CDE) priista, presidida por el legislador Julio Valera Piedras.
Esta es la primera ocasión en la historia política de la entidad que el PRI –que en 2018 perdió en el Legislativo local la mayoría parlamentaria que había mantenido desde su fundación, y en 2022 la gubernatura estatal tras 93 años de mando– se queda sin representantes en la Cámara.
Las posiciones políticas, tanto en el Congreso como en el Comité Directivo, fueron obtenidas por los ahora expriistas durante el mandato de Omar Fayad Meneses (2016-2022), que el pasado 15 de junio renunció a su militancia de más de 40 años al acusar que no hay espacio «para la crítica que construya» ni posiciones para quienes difieren de la actual directriz nacional, a cargo de Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano Austria, secretaria general y última candidata a la gubernatura hidalguense.
Los ahora expriistas, que pertenecen al grupo político de Fayad, son Julio Valera, quien fungía como coordinador del grupo parlamentario y dirigente del priismo local; Marcia Torres González, exsecretaria municipal del ayuntamiento de Metztitlán; Erika Rodríguez Hernández, exlegisladora federal y exsecretaria general del CDE del PRI; Juan de Dios Pontigo Loyola, secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Pública en el periodo anterior, con su jefe político; Alejandro Enciso Arellano, exsecreatrio particular de Fayad; Citlali Jaramillo Ramírez, primera secretaria de Contraloría en el mandato del exgobernador; Michelle Calderón Ramírez, exsubcoordinadora de Asuntos de Personas con Discapacidad en el CDE PRI, y Rocío Sosa Jiménez, expresidenta municipal de Acaxochitlán.
Al anunciar su retiro del partido, reconocieron que su decisión se debe a las confrontaciones con la dirigencia nacional, que en el pasado proceso electoral local dejó una discusión pública entre Omar Fayad y «Alito» Moreno por la candidatura a gobernador.
Tras la designación de Carolina Viggiano –vía el Partido Acción Nacional (PAN), en una alianza que también integró el PRD– el entonces jefe del Ejecutivo los acusó de violar los estatutos para la nominación, que, demandaba, fuera a través del CDE, en el que tenía mayoría de delegados más el respaldo directivo que hoy lo acompaña en su renuncia. Moreno Cárdenas le respondió que él buscaba imponer a un candidato destinado a perder, su exsecretario de la Política Pública y actual alcalde de Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto, además de sugerir que se había “entregado de rodillas” al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
“Su deslealtad con el priismo que lo llevó al poder quedó evidenciada al entregarse de rodillas con el gobierno de Morena”, acusó en esa confronta abierta, que después culminó con una supuesta reconciliación, previo a las votaciones en las que el PRI perdió dos a uno, 61 contra 31 porciento de los sufragios.
Valera Piedras, que también funge como presidente de la Junta de Gobierno del Congreso local, dijo que las formas impositivas del CEN han comprometido el rumbo del partido. Adelantó que la fracción priísta desaparecerá y ellos, que serán denominados diputados sin partido, continuarán como bloque común.