¿Por qué la criptomoneda de Facebook está en el aire?

La desconfianza es el tema constante conforme el cocreador de esta moneda, David Marcus, testifica ante el Congreso.

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David Marcus, el cocreador de la nueva y potencialmente revolucionaria criptomoneda de Facebook, pasó gran parte de esta semana asegurándoles a los miembros del Congreso que Libra no sería lanzada hasta que obtuviera aprobación regulatoria.

Lo que él no dijo, pero que algunos creen que es inevitable después de que el Marcus pasó dos arduos días en el Capitolio, fue si la hostilidad en Washington y en otras capitales puede significar que el lanzamiento de la moneda se retrasará significativamente, o que se abandonará por completo.

“Esto no va a suceder el próximo año, particularmente porque es un año electoral”, señaló Ben Koltun, un analista de investigación sénior de Beacon Policy Advisers, una consultora política con sede en Washington. “Es muy difícil imaginarse cómo los reguladores aprobarían esto bajo el tipo de presión política a la que están sometidos”, él agregó.

Marcus esperaba que sus dos audiencias de tres horas mostraran que Facebook estaba escuchando las preocupaciones de los políticos y que la compañía estaba dispuesta a colaborar para abordarlas.

Hasta el momento, Donald Trump, el presidente de Estados Unidos (EU), Steven Mnuchin, el secretario del Tesoro, y Jay Powell, el presidente de la Reserva Federal (Fed), han expresado sus dudas acerca del plan.

Pero cualquier esperanza de que el Marcus pudiera tener una mejor audiencia con los miembros del comité bancario del Senado, o con el comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes, se vio frustrada cuando Sherrod Brown, el senador demócrata, comenzó sus comentarios describiendo a Facebook como “peligrosa”.

“Son como un niño que se consiguió unos fósforos”, continuó Brown. “Facebook ha quemado la casa una y otra vez, y ha calificado cada incendio como una experiencia de aprendizaje”, dijo.

En numerosas ocasiones durante las dos audiencias, los miembros del Congreso plantearon problemas de privacidad, como el escándalo de los datos de Cambridge Analytica, en el cual los datos de los usuarios se filtraron a un grupo de investigación política a través de una aplicación de terceros.

El miércoles, un informe preparado por un grupo de trabajo organizado por los países del G7 advirtió sobre los “graves riesgos” asociados con la nueva moneda de Facebook, incluyendo los relacionados con “el lavado de dinero y con la lucha en contra de la financiación del terrorismo”.

Martha McSally, una senadora republicana por Arizona, dijo durante las audiencias de esta semana: “Marcus, yo no confío en Facebook. Y se debe a las repetidas violaciones de la privacidad de sus usuarios, y al engaño recurrente”.

Sin embargo, la mala reputación de Facebook no representa el único problema. Los miembros del Congreso también estaban preocupados por aspectos específicos de la estrategia de Libra, como de qué manera Facebook podría mantener los estándares contra el lavado de dinero, particularmente cuando abra la plataforma a otros desarrolladores, y por qué la Asociación Libra, la cual controlará la red, tendrá su sede en Suiza.

Garrick Hileman, un investigador asociado de la Escuela de Economía de Londres y jefe de investigación de Blockchain, una empresa de billeteras de criptomonedas, comentó: “Hay que preguntarse si la elección de Suiza para ubicar su sede fue una torpeza prematura, porque no da una buena apariencia. No se ve bien que estés estableciendo esto en el exterior, fuera del alcance de los reguladores de EU e incluso de los de la Unión Europea (UE)”.

Stephen Palley, un socio del bufete de abogados Anderson Kill, en Washington, opinó que muchas de las preocupaciones regulatorias específicas expresadas por los legisladores eran “solucionables”. a compañía podría introducir herramientas digitales para ayudar a monitorear e incluso congelar fondos si los reguladores lo exigieran, por ejemplo. Pero Palley agregó que se presentaría un mayor problema si los reguladores decidieran tratar a Libra como un valor, como un fondo negociable en el mercado o incluso como un banco, como lo han sugerido algunos miembros del Congreso.

Marcus vehementemente refutó la idea de que la nueva moneda calificaría como banco, señalando que no ofrecería otros servicios bancarios ni generaría intereses para los usuarios, y que, más bien, debiera tratarse simplemente como un sistema de pagos.

Daniel Murphy, asociado sénior del Centro de Mercados Financieros del Instituto Milken, señaló: “La pregunta de qué actividades constituyen las ‘operaciones bancarias’ es más amplia de lo que Facebook puede responder, pero va directo a la raíz del problema”.

“¿Debieran sentirse cómodos los legisladores con el hecho de que las grandes compañías tecnológicas se conviertan en la imagen de los servicios financieros para los consumidores? ¿Es suficiente regular el balance de un banco en el ‘back end’, o las operaciones internas, o tenemos que actualmente repensar la forma en que regulamos nuestro sistema financiero?”, planteó Murphy.

                                                         
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