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Este 27 de agosto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a arremeter contra su vecino del sur a través de su cuenta personal de Twitter: «México es una de las naciones más criminales del mundo, por ello debemos construir un muro. México pagará por él a través de un reembolso o de otro modo».
De inmediato, muchas personas criticaron duramente esas palabras en las redes sociales, ya que Trump no tomó en consideración a las víctimas del huracán Harvey —que ha devastado gran parte del sur del estado de Texas— ni el apoyo que ofreció el Gobierno de México a ese territorio.
El propio canciller mexicano, Luis Videgaray, le dio una gran lección de solidaridad a su vecino del norte: «Hablé con el gobernador de Texas, Greg Abbott, e identificaremos apoyos específicos que podamos brindar a las víctimas».
Donald Trump no ha aceptado la ayuda que México ofreció a las víctimas de ese fenómeno climatológico porque, muy probablemente, en septiembre entrará en vigor la norma SB4, que permitiría la cacería de migrantes indocumentados en Texas, donde un alto porcentaje de la población es de origen mexicano.
En 2005, México envió soldados, personal médico, ingenieros y ayuda comunitaria a los territorios estadounidenses afectados por los estragos que causó el huracán Katrina. Al final de una operación que duró tres semanas, esas personas habían servido 170.000 comidas, distribuido más de 184.000 toneladas de suministros y realizado más de 500 consultas médicas, según publicó ‘The Washington Post’.
