Es un remedio natural con propiedades hidratantes, digestivas, depurativas y antioxidante
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El agua de coco se ha convertido en una de las bebidas más populares en el mundo de la salud y el bienestar gracias a su sabor refrescante y, sobre todo, a sus impresionantes propiedades curativas.
Extraída directamente del interior del coco verde, esta bebida natural no solo es deliciosa, sino que también es un auténtico elixir lleno de beneficios para el organismo.
Diversos estudios y expertos en nutrición coinciden en que el agua de coco contiene una alta concentración de electrolitos naturales como potasio, magnesio, calcio y sodio, lo que la convierte en una opción ideal para hidratarse profundamente
Su capacidad para reponer minerales perdidos por el sudor o enfermedades digestivas la hace especialmente útil después de practicar ejercicio intenso, sufrir deshidratación o durante episodios de diarrea.

Es diurética y depurativa
Uno de los beneficios más destacados del agua de coco es su efecto diurético y depurativo, ya que estimula la eliminación de toxinas y favorece el buen funcionamiento de los riñones. Además, ayuda a prevenir cálculos renales y promueve la salud del sistema urinario.
Otro de sus grandes atributos es su aporte al sistema cardiovascular. El potasio contenido en esta bebida ayuda a regular la presión arterial y a equilibrar los niveles de sodio en el cuerpo, lo cual es fundamental para personas con hipertensión o retención de líquidos.
Por si fuera poco, algunos estudios han observado que su consumo regular puede reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, favoreciendo así la salud del corazón.
En el ámbito digestivo, el agua de coco también demuestra su eficacia: contiene enzimas bioactivas que facilitan la digestión y combaten el estreñimiento. Además, su ligero efecto laxante puede ser beneficioso en casos de tránsito intestinal lento.
Fortalece el sistema inmune
En cuanto a su papel en el sistema inmune, destaca por contener ácido láurico, un compuesto con propiedades antimicrobianas que combate bacterias, virus y hongos. También tiene antioxidantes naturales que ayudan a neutralizar los radicales libres y a reducir la inflamación en el cuerpo.
Pero no solo beneficia al organismo internamente: aplicada de forma tópica o consumida con regularidad, el agua de coco puede contribuir a hidratar la piel, mejorar su elasticidad y combatir el acné de manera natural.

¿Cómo tomar el agua de coco?
La recomendación general es consumir entre 1 y 2 vasos al día (aproximadamente 200 a 400 mililitros). Lo ideal es optar por agua de coco natural y sin azúcares añadidos, ya sea directamente del coco verde o de marcas que garanticen su pureza.
También se puede usar como base para licuados, smoothies o mezclada con jugo de limón para potenciar su efecto hidratante.
El agua de coco no es solo una bebida refrescante, sino una aliada poderosa para la salud. Incluirla en la dieta diaria —con moderación y como complemento, no sustituto del agua— puede aportar múltiples beneficios que van desde una mejor digestión hasta la protección del sistema cardiovascular e inmune.