En su homilía del 12 de diciembre, el pontífice llamó a la Virgen de Guadalupe a interceder por la juventud mexicana y pidió unidad entre los mandatarios de América Latina.
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En una ceremonia marcada por mensajes de consuelo, advertencia y llamado a la responsabilidad pública, el papa León XIV encabezó este 12 de diciembre la misa dedicada a la Virgen de Guadalupe en la Basílica de San Pedro. Desde el altar principal, el pontífice pidió a “La Patrona de México y de las Américas” interceder por los jóvenes y protegerlos “de las amenazas del crimen, las adicciones y el peligro de una vida sin sentido”.
Durante su homilía pronunciada en español, León XIV imploró:
“Acompaña, Madre, a los más jóvenes para que obtengan de Cristo la fuerza para elegir el bien y el valor para mantenerse firmes en la fe, aunque el mundo los empuje en otra dirección (…). Aparta de ellos las amenazas del crimen, de las adicciones y del peligro de una vida sin sentido”.
Fue la primera vez que el pontífice, de nacionalidad estadounidense y peruana, presidió la celebración guadalupana desde su elección. La misa incluyó lecturas y cantos en español, inglés y portugués, en un intento por exaltar la tradición multicultural del continente y la dimensión continental de la figura de la Virgen de Guadalupe.

El mensaje de unidad de la fe guadalupana en medio de la violencia en México
Además de su petición por los jóvenes, el sumo pontífice dedicó parte significativa de su mensaje a los países latinoamericanos y al papel de sus gobernantes. Pidió a la Virgen de Guadalupe inspirar a las naciones a rechazar la división, la polarización y el uso del poder como instrumento de dominio
“Madre, enseña a las naciones que quieren ser hijas tuyas a no dividir el mundo en bandos irreconciliables, a no permitir que el odio marque su historia ni que la mentira escriba su memoria. Muéstrales que la autoridad ha de ser ejercida como servicio y no como dominio”, afirmó.
El pontífice también llamó a custodiar la dignidad humana “en todas las fases de la vida” y convertir a los pueblos de América en lugares donde cada persona “pueda sentirse bienvenida”. Posteriormente, resaltó que la Virgen de Guadalupe ha sido históricamente un símbolo de consuelo para el continente:

“Así ocurre en Guadalupe. En el Tepeyac, ella despierta en los habitantes de América la alegría de saberse amados por Dios”, dijo.
El mensaje fue reforzado también desde su cuenta oficial en español, donde afirmó que, en medio de conflictos e injusticias, la “Virgen del Tepeyac” mantiene vivo su mensaje de protección: “¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?”.
Llamada telefónica con la presidenta Claudia Sheinbaum en el marco del 12 de diciembre
En el marco de esta celebración, Robert Francis Prevost sostuvo una llamada telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. De acuerdo con la información difundida, la mandataria reiteró la invitación para que el pontífice visite el país durante su pontificado.
El líder cátolico ya había expresado anteriormente su interés en viajar a América Latina —incluyendo México, Perú, Uruguay y Argentina— y recalcó que entre sus deseos está visitar personalmente la Basílica de Guadalupe. Sin embargo, señaló que su agenda aún no le permite definir una fecha precisa.
La invitación de Sheinbaum se suma a la realizada meses antes por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, durante la visita al Vaticano en la misa de inauguración del pontificado.

La relevancia de la Virgen de Guadalupe para México
En su mensaje final, el Papa reiteró que la fe guadalupana tiene un rol esencial en la construcción de esperanza en los países del continente. Su llamado a proteger a los jóvenes del crimen organizado y de las adicciones se inscribió dentro de una agenda espiritual y social que busca responder a una de las problemáticas más urgentes en México.


