Por Paty Aguilar
Durante la celebración del día de Muertos 2018, 2 de noviembre, realizamos un recorrido por el panteón ejidal de la comunidad de San Vicente, Bahía de Banderas, Nayarit, donde se congregaron cientos de familias a lo largo del día, como es la costumbre, para visitar y convivir con el espíritu de sus seres queridos, las tumbas fueron adornadas para la ocasión con coronas, ramos de flores naturales, incluso plantas de ornato cultivadas desde el momento de la inhumación de sus seres queridos.
Escuchamos música de todo tipo, de las que le gustaban a sus seres queridos, pero también canciones alusivas a la ausencia de sus seres amados. Encuentro de diversos sentimientos y emociones que en esta fecha se desbordan en los cementerios.
Por otra parte, observamos también con sorpresa, que se trata de un panteón muy amplio, bien planificado, no lo había visitado antes, lo que me trajo a la memoria el recuerdo del extinto comisariado del ejido, Lupe Flores, quien en varias ocasiones, dio a conocer los planes que se tenían dentro de este ejido de construir un panteón moderno, sin embargo, falleció antes de concretar este proyecto ejidal, pero, en este panteón de San Vicente, si se plasmó lo que en mente tenía este líder agrario.
Este panteón cuenta con cuatro entradas vehiculares y entre hileras consecutivas de tumbas, hay cales intermedias por dónde vehículos fúnebres y de particulares pueden acercarse de manera amplia y segura.
En estas calles y entre tumbas, vimos cómo las familias las aprovechan para pasar un buen día en este panteón. Vimos a unos niños jugando suertes con la reata y el paseo de las personas por entre estas calles. Se trata pues de un panteón que aunque está retirado del pueblo, cuanta con una vialidad de acceso, que Servicios Públicos Municipales de este X Ayuntamiento, niveló para llegar al mismo con facilidad y seguridad.