El servicio religioso se celebró en una iglesia en Marino, un distrito del sudeste de Moscú donde vivía el enemigo del Kremlin antes de ser encarcelado. Fue ovacionado por una multitud
infobae.com
La despedida al líder opositor ruso Alexei Navalny, fallecido en prisión, terminó este viernes en una iglesia del barrio moscovita de Mariino, y el féretro con su cuerpo se trasladó al cementerio de Borísovo.
El velatorio duró poco más de media hora sin que los miles de seguidores del opositor, congregados en los alrededores del templo, pudieran entrar para presentarle sus respetos.
Cumpliendo con el rito ortodoxo, el cuerpo de Navalny fue expuesto en un féretro abierto
El entierro de Navalny está previsto para la tarde en un camposanto, donde desde ayer fueron levantadas fuertes medidas de seguridad.
A la vez, muchas personas se han congregado a estas horas cerca del cementerio para poder asistir al entierro.
Miles de rusos asistieron al funeral, pese a las estrictas medidas policiales y las advertencias de las autoridades sobre las consecuencias de participar en actos no autorizados.
“Navalny era la conciencia de la nación. Y aunque tengo miedo, he elegido la conciencia sobre el miedo y por eso estoy aquí”, dijo a EFE Svetlana, de 65 años.
Agregó que el legado del opositor, que tenía 47 años, “no morirá”.
Otro moscovita aseguró que Navalny “era buena persona y no solo buen político”.
“La gente lo seguía porque no solo decía la verdad sino que creía en lo que decía”, afirmó.
Las exequias tuvieron lugar dos semanas después de la muerte del opositor de 47 años, el pasado 16 de febrero, en una prisión en el Ártico en circunstancias todavía por esclarecer.
Sus colaboradores, su viuda y los países occidentales acusan al presidente ruso, Vladimir Putin, de ser responsable de su muerte, lo que niega el Kremlin.
Cumpliendo con el rito ortodoxo, el cuerpo de Navalny fue expuesto en un féretro abierto.
El acto fue una clara muestra de apoyo público a Navalny.
¿Ceremonia pacífica o detenciones?
Motivos no les faltan. Unas 400 personas han sido detenidas en memoriales erigidos en honor al activista desde su muerte, dijo la ONG OVD-Info.
La viuda del disidente, Yulia Navalnaya, teme que se produzcan más arrestos durante el funeral.
“No sé si será pacífico o si la policía detendrá a quienes estén presentes”, dijo Navalnaya ante la plenaria del Parlamento Europeo en un homenaje al opositor ruso.
Navalnaya ha responsabilizado directamente a Putin de la muerte de su esposo.
El presidente ruso, que nunca menciona el nombre del opositor, ha guardado silencio hasta ahora.
Navalny destacó entre la disidencia rusa tras una campaña en la que denunció una corrupción rampante en la cúpula de la administración de Putin.
Fue arrestado en enero de 2021 después de volver a Rusia desde Alemania, donde había sido tratado por un envenenamiento.
“Alexei fue torturado durante tres años”, aseguró Navalnaya ante los diputados europeos.
“Le hicieron pasar hambre en una diminuta celda de piedra, lo aislaron del mundo exterior y le negaron visitas, llamadas telefónicas e incluso cartas”, acusó.
“Y entonces lo mataron. E incluso después, maltrataron su cuerpo”, agregó.
“La oportunidad de despedirse”
Su cuerpo estuvo retenido durante ocho días, un retraso que su equipo atribuye a un intento de encubrir la causa de la muerte.
La familia y el entorno de Navalny también acusaron a las autoridades de intentar impedir la organización de un funeral público por temor a que se convierta en un foco de disidencia.
Sus colaboradores aseguraron que las autoridades locales amenazaron con enterrarlo en el recinto penitenciario si su madre no accedía a celebrar un funeral “secreto”.
Después de que la familia recuperara el cuerpo, tuvo dificultades para encontrar un lugar que aceptara acoger la ceremonia.
El equipo denunció este jueves que los servicios funerarios rehusaron trasladar el cuerpo desde la morgue hasta la iglesia.
“Es una verdadera vergüenza. Los chóferes de los carros fúnebres rehúsan ahora llevar a Alexei desde la morgue”, deploró Ivan Jdanov, uno de sus colaboradores en el exilio.
La portavoz del disidente, Kira Yarmish, dijo que los directores de la funeraria habían recibido llamadas amenazantes de “desconocidos” para que no trasladaran los restos mortales.
Tampoco se ha permitido una ceremonia civil abierta al público para rendir respetos al difunto, una práctica habitual en Rusia.
La familia “no quería un tratamiento especial, solamente dar a la gente la oportunidad de despedirse”, afirmó Navalnaya, que se comprometió a mantener viva la misión de su marido.
“Lo más importante que podemos hacer para Alexei y para nosotros mismos es continuar la lucha más desesperadamente y más ferozmente que antes”.