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CIUDAD DE MÈXICO (apro).- Una docena de países y México expresaron mediante un pronunciamiento conjunto su preocupación y “más firme condena” por los graves y reiterados hechos de violencia en Nicaragua que han provocado hasta la fecha más de 300 muertos.
Además de México, el pronunciamiento fue signado por los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, en el que expresan también su preocupación por la violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Los gobiernos americanos, recriminaron a Nicaragua los centenares de heridos; la represión y violencia contra estudiantes y miembros de la sociedad civil, así como la tardanza en brindar asistencia médica urgente a los heridos.
Y exigieron el “cese inmediato” a los actos de violencia, intimidación y amenazas dirigidas a la sociedad nicaragüense, así como el desmantelamiento de los grupos paramilitares.
También hicieron un llamado a reactivar el diálogo nacional en Nicaragua, “dentro de un clima de respeto a las libertades fundamentales”, que involucre a todas las partes para generar soluciones pacíficas y sostenibles a la situación que se vive en Nicaragua, que fortalezcan la democracia, los derechos humanos y el estado de derecho en ese país.
Los 13 gobiernos externaron su apoyo a la la Conferencia Episcopal de Nicaragua para que continúe sus trabajos en favor de la búsqueda y promoción de soluciones del conflicto y en el respeto de los derechos humanos de los nicaragüenses
Asimismo, agradecieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por las visitas realizadas a Nicaragua para investigar los sucesos e instaron al gobierno de Nicaragua a cumplir con las 15 recomendaciones formuladas y a colaborar con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Finalmente, pidieron al gobierno de Nicaragua y otros actores sociales demostrar su compromiso y participar constructivamente en negociaciones pacíficas “con resultados concretos”.
“Que aborden los desafíos fundamentales del país, de forma pacífica, incluido el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la implementación de las recomendaciones de la Misión de Observación Electoral de la OEA y la celebración de elecciones libres, justas y oportunas, en un ambiente libre de miedo, intimidación, amenazas o violencia”, instaron.