‘The Marker’, medio israelí, publicó un reportaje que consigna una disputa legal entre dos empresarios de Israel, donde se reportó la entrega de 25 millones de dólares al entorno del expresidente
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El expresidente Enrique Peña Nieto calificó como “lamentable” que medios nacionales asociaran su nombre a un presunto caso de sobornos por la compra del software Pegasus, tras la difusión de un reportaje del medio israelí The Marker, donde se recogen testimonios de dos empresarios que declararon en un juicio haber destinado 25 millones de dólares al entorno de EPN durante su mandato presidencial.
Un día después de negar los señalamientos en su cuenta de X —antes Twitter—, en diálogo con el periodista Ciro Gómez Leyva, Peña Nieto afirmó que las especulaciones buscan dañar su imagen, al tiempo que desestimó las repercusiones legales de una posible investigación penal en su contra.
“Me dediqué a servir”, asegura EPN
Para el expresidente, lo verdaderamente crítico del caso ha sido la falta de rigor periodístico de los medios nacionales, que afirmaron que los recursos habrían sido destinados a su campaña política o, incluso, que habrían sido recibidos por él mismo.
Destacó que el reportaje de The Marker en ningún momento lo señala directamente, aunque calificó la publicación como dolosa y carente de objetividad.
Al ser cuestionado sobre si intervino en la asignación de contratos durante su administración, respondió: “Fui presidente, goberné un país”.

Su papel en el juicio
Sobre por qué medios nacionales e internacionales lo asociaron a la disputa legal entre los empresarios Avishai Neriah y Uri Ansbacher, indicó que no es relevante ni inédito: “No sé en cuántos juicios entre particulares el nombre de la gestión Peña Nieto podrá aparecer, pero que tenga que ver en pleito de particulares no me hace parte ni actor central de esos temas”.
Finalmente, sobre la posibilidad de que se abra una investigación penal en su contra, señaló: “Una más, no es la primera. Puedo afirmar que me entregué como presidente de la República a servir a México”.
El caso Pegasus
El domingo 6 de julio, el expresidente Enrique Peña Nieto salió del ostracismo digital para negar rotundamente las acusaciones que lo vinculan con presuntos sobornos millonarios relacionados con la venta del software espía Pegasus durante su administración.
Días antes, el medio israelí The Marker publicó un reportaje donde dos empresarios de Israel, Avishai Neriah y Uri Ansbacher, aseguran haber entregado más de 25 millones de dólares a Peña Nieto entre 2012 y 2018, periodo en el que gobernó México. Según el reporte, a cambio de estas aportaciones habrían obtenido contratos gubernamentales.
Aunque los documentos judiciales no mencionan directamente el nombre del expresidente, sí hacen referencia a un funcionario identificado con la letra “N”, mencionando fechas que coinciden con su mandato. El medio sugiere que el dinero pudo haber sido utilizado durante la campaña presidencial de Peña Nieto.

Ante estas versiones, el exmandatario respondió en su cuenta oficial de X —anteriormente Twitter—, calificando la publicación como “totalmente falsa” y “carente de sustento”. Además, cuestionó quién estaría detrás de la difusión de dichas acusaciones, insinuando que podrían responder a intereses ocultos.
Uri Ansbacher, uno de los empresarios mencionados, ha sido vinculado con la comercialización del software Pegasus, el cual fue utilizado en México para espiar a periodistas, activistas y políticos opositores durante el sexenio de Peña Nieto. La herramienta fue creada por NSO Group, una empresa israelí dedicada a la venta de tecnología de espionaje.
¿Para qué fue usado Pegasus?
El escándalo de Pegasus estalló en 2021, cuando una investigación internacional reveló que más de 50 mil números telefónicos fueron seleccionados como posibles objetivos de espionaje, incluyendo al menos 15 mil números mexicanos. Entre las víctimas identificadas están la periodista Carmen Aristegui y el reportero Cecilio Pineda Brito, asesinado en 2017 tras aparecer su número en la lista filtrada.
Hasta ahora, no se ha confirmado una investigación judicial en México contra Peña Nieto por este caso, ni se ha comprobado legalmente la existencia de los supuestos sobornos.
Bajo ese contexto, indicó que aunque desde hace varios años radica fuera de México, los recientes señalamientos en su contra no impedirán que eventualmente regrese: “Óptimo sería normalizar que los expresidentes tengan su asiento en México, el tema es cómo evitar generar polémicas… Que la presencia no suponga que tengas presencia activa. Si lo hago (regresar al país) será con fines familiares”.