Nadie pone fin
Acróbatas en los cruceros viales, panorama que crece día a día, sin que nadie ponga un ordenamiento o solución final a un problema social.
Es común la presencia de un número mayor de indigentes y personas que se dedican a realizar alguna actividad respetable, con el único propósito de obtener algunas monedas para sobrevivir.
Entre las personas que se dedican a estas actividades, hay franeleros, limpiaparabrisas, gente que solamente pide dinero, quienes venden dulces o dejan tarjetas para ofrecer servicios de trabajo y ahora tan de moda los acróbatas, así como quienes se dedican a tocar música.
Todas las actividades se realizan en un marco de honestidad, transparencia y con justos propósitos, el problema es que se está convirtiendo en un problema social y de imagen, lo mismo que de seguridad para estas personas.
Son casos aislados y en muchas de las ocasiones existen personas que trabajan realizando diversas actividades, bajo el influjo del alcohol y las drogas.
Otros faltando a la moral o en ocasiones escenificando pleitos callejeros.