Los disturbios comenzaron cuando un grupo, de cerca de 200 internos de la pandilla de ‘Los Mexicles’, aprovechó un descuido de los custodios para realizar el ataque.
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La tarde del pasado 11 de agosto se registró una riña al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) número 3, de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Las autoridades estatales detallaron que a las 13:27 horas del pasado jueves comenzó una pelea entre los grupos delictivos “Los Chapos” y los “Los Mexicles” en el interior del penal. El enfrentamiento dejó como saldo dos internos muertos y 20 heridos
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de cerca de 200 internos de la pandilla de “Los Mexicles”, brazo del Cártel de Sinaloa, aprovechó un descuido de los custodios, a los que sometieron y desarmaron, para realizar el ataque.
Los sujetos salieron de la zona 4 -donde son concentrados por las autoridades del penal para mantenerlos divididos de los otros grupos delincuencia les- para internarse en el área 2, sitio donde se ubica la célula delictiva Artistas Asesinos, también perteneciente la organización sinaloense y rivales de los Mexicles.
En este lugar se inició el enfrentamiento a golpes y a balazos. Horas después, las autoridades identificaron a dos de las víctimas: Raúl Sepúlveda y Kevin Aguilera, ambos miembros del grupo de “Los Chapos”, quienes murieron asesinados a balazos.
Además, el grupo criminal ‘Los Mexicles’ ordenó disturbios y agresiones contra la población civil de Ciudad Juárez. Los actos de violencia cobraron la vida de nueve civiles, entre los que se encuentran cuatro empleados de una radiodifusora local.
Hasta este viernes 12 de agosto, el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía, dio a conocer que se habían detenido seis personas de “Los Mexicles”.
Los detenidos fueron capturados a la 1:00 de la mañana de este viernes por parte de la policía municipal, con apoyo del Ejército y la Guardia Nacional.
La Fiscalía General del Estado informó que de forma permanente personal operativo mantendrá vigilancia al interior de la prisión, para salvaguardar la integridad física de los internos y de quienes laboran en el lugar.