Los desatinos también han llevado a que se cuestione su credibilidad como vocero del gobierno para la pandemia.
Las contradicciones y los desatinos del subsecretario para la Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, han ido desde las más simples medidas sanitarias, como es el uso del cubrebocas –recomendado por la OMS–, hasta las estimaciones de los picos máximos de contagios y el “aplanamiento de la curva”.
Estas posturas encontradas, en plena entrada a la llamada “nueva normalidad”, han generado incertidumbre en los sectores empresarial, industrial y comercial del país, así como en la propia ciudadanía, para la reapertura de actividades.
Respecto del cubrebocas, el 27 de abril, López-Gatell sostuvo que “tiene una pobre utilidad o una nula utilidad”. El 29 insistió que “usar cubrebocas para prevenir COVID-19 no sustituye la medida más importante que es ‘quédate en casa’”. Y el 25 de mayo aceptó que “en el tránsito a la nueva normalidad, el cubrebocas será una medida auxiliar para evitar la propagación”.
Los desatinos también han llevado a que se cuestione su credibilidad como vocero del gobierno para la pandemia, con un manejo poco claro y seguro de su Modelo Centinela para el control de la epidemia.
Primero dijo el 8 de abril que “con el Modelo Centinela, nosotros estimamos que habrá 26 mil casos”. Pero el 3 de mayo, ya con una cifra de más de 20 mil casos, aclaró que “el Modelo Centinela no es el elemento principal en este momento para el objetivo de la fase tres, lo dijimos con antelación, cuando entramos a la fase tres olvídense de la vigilancia Centinela. Ya no es procedente su uso”.
Desde el primer caso de coronavirus en México, hace más de tres meses, López-Gatell se ha contradicho también sobre los datos de contagios y muertes, sobre ocupación hospitalaria, sobre los insumos médicos, entre muchos otros temas.
Y la curva no baja
El pasado 30 de mayo concluyó la Jornada Nacional de Sana Distancia; el domingo 31, el presidente López Obrador inició su gira por el sureste del país para dar banderazos del Tren Maya; ayer miles de personas abarrotaron mercados, tianguis, transporte público, calles, parques… sin embargo, México sigue en la parte más alta de contagios y muertes y con el semáforo en rojo.
Según datos de la Secretaría de Salud, México alcanzó las 93,435 infecciones y los 10,167 fallecimientos por el virus, para mantenerse como el séptimo lugar mundial en ese rubro. Su tasa de letalidad es de 10.8 por ciento y la curva epidemiológica sigue en ascenso.
Ese es otro de los pronósticos que le fallaron al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien el 5 de mayo dijo: “Sobre la estimación de mortalidad, ahorita tenemos dos mil 271 personas que han perdido la vida por Covid-19 y estamos cerca del punto medio de la curva epidémica. En el descenso de la curva podemos tener otras más o menos dos mil o tres mil, y con ello ya tendríamos casi seis mil o cinco mil 271 si lo ponemos nada más así, simplemente agregando tres mil más”.
Especial
Ha chocado con…
Alejandra Reynoso
En una reunión virtual, Hugo López-Gatell tuvo un desencuentro con la senadora del PAN, Alejandra Reynoso, quien lo acusó de ejercer violencia política de género. Ante una pregunta de la legisladora, el subsecretario usó tres minutos para llamarla, en un lenguaje rebuscado e incluso de carácter médico, poco entendida y sin capacidad de razonamiento.
Narro y Frenk
Desde el 6 de mayo lo que empezó como un debate médico-científico y un intercambio sobre modelos estadísticos y epidemiológicos, se tornó en confrontación con tintes políticos entre López-Gatell y los exsecretarios de Salud, José Narro y Julio Frenk. A los datos aportados por Narro, Gatell respondió: “Ya no le sigo la pista a Narro, no sé si está en el PRI o si está en la UNAM”.
Los medios
El 15 de mayo, Gatell respondió a las notas de El País, NYT y TWSJ, respecto a las contradictorias cifras del COVID-19 en México. Además de desmentirlas, dijo que era “notorio que las notas fueran replicadas por protagonistas de redes sociales, la mayoría de ellos ligados a administraciones anteriores, a la industria farmacéutica y unos cuantos con aspiraciones políticas”.
Enrique Alfaro
Desde el 4 de mayo, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, acusó que el manejo de las cifras era “vergonzoso”. López Gatell ha rechazado una confrontación con gobernadores, pero Alfaro lo ha evidenciado. El 28 de mayo arremetió: “Deciden por decreto del señor Gatell que todo el país está igual. Los estados estamos solos enfrentando la emergencia”, dijo.
Los médicos
Al día van 11 mil 394 infectados y 149 decesos entre el personal de salud, pero para López-Gatell las manifestaciones de médicos y enfermeras son infundadas. El 14 de abril les dijo que hacían mal uso de los equipos y que no seguían protocolos. Pero hay múltiples testimonios de que, no sólo no les han dotado de material, sino que lo tienen que adquirir ellos mismos.
Claudia Sheinbaum
El cubrebocas ha sido un dolor de cabeza para López-Gatell. Pero con Sheinbaum la cosa se complicó porque lo definió como obligatorio en la CDMX, aunque el doctor insistía en que no sirve. El golpe más duro fue el 26 de mayo, cuando la jefa de Gobierno reconoció abiertamente que las cifras de fallecimientos por COVID en la capital no coinciden con los datos del gobierno federal.