López-Gatell cuenta «la tenebrosa historia del sótano» en Cofepris

“Cofepris se está transformando a pasos agigantados y muy firmes», dijo el subsecretario.

proceso.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, explicó que uno de los motivos por los que se está haciendo la transformación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a cargo de Alejandro Svarch Pérez, es por “la tenebrosa historia del sótano” de ese organismo donde se ejercía la corrupción.

“La imagen del sótano es real. Hay un sótano físicamente en la oficina central de Cofepris en donde había una unidad técnica, un grupo de personas, en administraciones pasadas, que recibía algunos de los trámites que la persona titular de la Comisión decidía, y tenían preferencia o se iban a los trámites generales que podían tardar –y la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica nos lo ha expresado– seis meses, 12 meses, 18 meses, un año, dos años o nunca ver la luz de salida”, comentó en la conferencia de prensa vespertina sobre la pandemia.

Dijo que le queda claro que la corrupción no fue por parte de la base trabajadora de Cofepris, sino del personal directivo.

“Entonces, con organizar, limpiar y dejar claridad y transparencia de cómo se hacen los trámites, se han ido acortando los tiempos”, añadió.

Comentó que los estudios clínicos tenían su propio proceso en administraciones pasadas, porque se hacían de manera discrecional, nadie sabía cuándo se realizaría un trámite y algunos no llegaban a buen puerto.

Así que, subrayó, “la gran diferencia es hacer cumplir la ley y eso es lo que está ocurriendo hoy. Hemos denunciado aquí la tenebrosa historia del sótano de Cofepris. El propio presidente lo mencionó la semana pasada que estuvimos con él, presentando los cambios estructurales y de práctica en la adquisición de insumos para la salud”.

El funcionario federal calificó como vergonzoso, dramático y triste el ejemplo de corrupción de administraciones pasadas, donde se tenía un mecanismo estructurado en Cofepris para evadir la ley y de manera discrecional seleccionar la velocidad de los trámites.

“Cofepris se está transformando a pasos agigantados y muy firmes, y la razón principal es la voluntad de hacerlo, y la persona líder que tuvo a bien nombrar el presidente, Alejandro Svarch Pérez, es un colega, un compañero excepcional, muy inteligente y con la voluntad de transformar, es honesto y claro en su actuar”, aseguró.

De igual manera, reconoció que 12 días después de su nombramiento, el titular de la Cofepris aplicó los lineamientos de la Agencia Europea de Medicamentos y se entrevistó con funcionarios y técnicos para incorporar los estándares de práctica llamados células estratégicas, y en el calendario está claramente estipulado que los tiempos de respuesta para los trámites son máximo de seis semanas, “lo que antes se podía llevar meses o años”.

Uno de los cambios reglamentarios que se hizo fue a la Norma 177 donde se establecían las condiciones del análisis de bioequivalencia de los productos farmacéuticos.

“Antes no se podía importar a México ciertos medicamentos, a menos que se demostrara que eran equivalentes a lo que se necesita para la población mexicana. Eso sigue. Pero en esa Norma había una serie de detalles que parecían tener una dedicatoria específica para ciertas corporaciones farmacéuticas mexicanas, en una suerte de proteccionismo muy planeado y no pensado para el interés superior de la nación”, señaló.

López-Gatell añadió que los trámites eran “sumamente engorrosos” y quitaban el incentivo de explorar el mercado global de medicamentos y no se podían traer de Alemania, de Francia, de Suiza, de Argentina o de Suecia, por esas barreras mal planteadas como supuesto proteccionismo amparado en lo técnico. Eso se ha modificado y se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) hace un mes.

“Y esa es una de las cosas que nos ha permitido hoy tener un abastecimiento más amplio, con productos de alta calidad disponibles para otras naciones”, concluyó.

                                                         
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