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Samantha Geimer, violada cuando tenía 13 años por Roman Polanski, presentó el viernes 9 de junio de 2017 su alegato en favor del cineasta ante un tribunal de Los Ángeles, implorando al juez que cierre este caso que ha durado 40 años.
“Le imploro considerar una solución a este caso sin encarcelar a un hombre de 83 años”, pidió a Scott Gordon, juez de la Corte Superior de Los Ángeles.
“No hablo en nombre de Roman. sino de la justicia” , agregó la mujer, quien por primera vez comparece ante el tribunal. “Le imploro que lo haga por mí, por piedad hacia mí”.
Geimer agregó que ya no tenía miedo de hablar y que simplemente quería que se resolviera el caso. Además, contó que recientemente fue abuela y que no quería que su familia sufriera más por nada relacionado con este hecho.
El juez afirmó que tomará en consideración su alegato, mientras decide si revelar los documentos que Roman Polanski ha pedido divulgar, en los que consta que alcanzó un acuerdo de culpabilidad en 1977 para pagar 48 días en la cárcel por la violación.
“Sus palabras significan mucho para esta corte”, dijo Gordon, quien no especificó cuándo emitirá su decisión.
Samantha Geimer había reiterado en el pasado que perdonó al cineasta franco-polaco y que deseaba poner fin a este caso, cuyos hechos se remontan a 1977.
“Está cansada de este caso que lleva 40 años” , había dicho el jueves a la AFP , por su parte, Harland Braun, abogado de Polanski. “Quiere que termine”.
El director de 83 años, célebre por ‘El bebé de Rosemary’, ‘Tess’, ‘Barrio Chino’ y más recientemente por ‘El Pianista’ , una cinta ganadora de tres Oscar y una Palma de Oro en Cannes, fue acusado de drogar y violar a Geimer cuando era una adolescente en la casa del actor Jack Nicholson, en Los Ángeles.
Reconoció haber mantenido relaciones sexuales ilegales con una menor en un acuerdo con la fiscalía, que a cambio desestimó otras acusaciones más graves. Polanski afirmó que el juez había aceptado limitar su condena a siete semanas de detención y estuvo 42 días preso.
Pero en 1978, temiendo una anulación de este acuerdo amistoso huyó a Francia, convencido de que se arriesgaba a recibir una condena más dura.
Polanski, casado con la actriz Emmanuelle Seigner, con quien tiene dos hijos, se rehusó desde entonces a regresar a Estados Unidos sin garantías de que no será puesto nuevamente tras las rejas.
Geimer, quien en 2010 hizo una solicitud similar a la de este viernes que fue desestimada, escribió una dura carta a la corte a principios de este año, en la que acusó a los fiscales de estar más interesados en sus carreras que en resolver el caso y permitirle a ella pasar página definitivamente.
“Los casos de celebridades no deberían ser usados por alguien como ustedes que buscan un poco de fama y promoción en la carrera”, dijo en la comunicación destinada a la fiscal general del condado de Los Ángeles, Jackie Lacey, y su adjunta, Michele Hanisee.
“Ni ustedes ni los que vinieron antes nunca me protegieron, me trataron con desprecio, usando un delito cometido contra mí para promover sus propias carreras”, zanjó. La carrera de Polanski continuó floreciendo desde que huyó a Francia, donde muchos lo consideran un ícono.
Sin embargo, la sombra de este caso no deja de acosarlo y en enero se vio obligado a desistir de presidir el jurado de los premios César, los ‘Oscar franceses’, presionado por grupos feministas y la ministra de Derechos de la Mujer. Mientras residía en Estados Unidos, el cineasta estuvo casado con la actriz Sharon Tate, asesinada en 1969 con ocho meses de embarazo por miembros de una suerte de secta conocida como La familia de Charles Manson.