Sobre el “Señor delos Cielos” existen una serie de historias ya que su cara quedó desfigurada después de una cirugía estética. Hay quien asegura que no murió y que habría huido a Chile o Argentina, donde se le han encontrado propiedades
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El 4 de julio de 1997 esta marcado como la fecha en la que falleció el capo mexicano Amado Carrillo Fuentes «El Señor de los Cielos», líder del Cártel de Juárez y famoso por haberle robado 12 toneladas de cocaína al narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria.
El 3 de julio de 1997, bajo el nombre falso de Antonio Flores Montes, el capo se internó en el Hospital Santa Mónica, en la exclusiva zona de Polanco, en Ciudad de México, con la intención de someterse a una liposucción y una cirugía para cambiar su rostro y así evadir a las autoridades de México y Estados Unidos.
Las operaciones estaría a cargo del médico colombiano Ricardo Reyes, pero en la operación algo salió mal y el capo falleció «por la presencia residual de agentes farmacológicos de tipo anestésico», de acuerdo con el informe de la autopsia que se dio a conocer en su momento y como publicó Infobae el 18 de marzo de 2018.
Su muerte fue declarada a las 06:00 horas, en la habitación 407, donde nadie lo acompañaba en ese momento.
Su familia confirmó la muerte el 4 de julio, el cuerpo había sido trasladado a la Funeraria García López de la capital para de ahí ser llevado a su natal Sinaloa con un certificado de defunción que tenía el nombre falso.
Como la cara del capo estaba desfigurada y el certificado de defunción había sido emitido con otro nombre, surgieron especulaciones sobre si el cadáver era o no el del Carrillo Fuentes.
Lo cierto es que antes de llegar a su mausoleo de USD 490.000 en el cementerio Jardines del Humaya en Culiacán, Sinaloa, los restos del capo tuvieron que pasar por una serie de penosos traslados antes de ser sepultados.
Prensa de la época destaca que la familia, autoridades federales y autoridades municipales entraron en una serie de pugnas antes de que se pudieran realizar los servicios funerarios.
Un cable de julio de 1997 de la agencia EFE reproducido por el diario El Tiempo, de Colombia, daba constancia de que la familia del capo había confirmador su muerto de un paro cardiaco en un hospital de Ciudad de México mientras le practicaban una operación para cambiar su fisonomía.
Mientras las autoridades mexicanas, que realizaron una serie de pruebas a las huellas digitales, informaron de una «probable muerte» ante la necesidad de hacer los exámenes necesarios para poderlo confirmar.
A pesar de las dudas, la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) confirmó la muerte del capo. Thomas Constantine, quien entonces era director afirmó: «Fue quizá el barón de la droga más importante de México».
La pelea por el cuerpo
La familia había trasladado en silencio el cuerpo del capo a Sinaloa para poder realizar los funerales y sepultarlo.
Ya en Sinaloa, su madre, Aurora Fuentes, había identificado el cadáver y lo estaban velando en la funeraria San Martín, en Culiacán, a donde llegaron hombres armados que secuestraron el cuerpo con todo y ataúd.
Al mismo tiempo, según la agencia EFE, policías vestidos de civil, con fusiles automáticos, cerraron el aeropuerto de Culiacán, para llevar el cuerpo de regreso a Ciudad de México.
«Sentada en una silla estilo Luis XV en su lujosa hacienda, Doña Aurora, como se le conoce a la madre de Carrillo en los alrededores de esta comunidad agrícola, se lamentaba por lo que consideró un imperdonable ultraje», publicó EFE.
«Ellos nos trataron terriblemente mal, nos golpearon y nos amenazaron con matarnos… Lo quiero aquí en mi casa. Queremos darle sepultura. Entiendo, supongo, que si estuviera vivo se lo llevaran. Pero un cuerpo sin vida, para qué lo quieren?», insistió la mujer ante un grupo de reporteros.
Señaló que los hombres que se habían llevado el cuerpo le advirtieron que para recuperarlo tendría que viajar a Ciudad de México, a pesar de que insistió que se trataba del cadáver de su hijo.
La Procuraduría General de la República (PGR) decomisó el cuerpo argumentado que todavía esperaba los resultados de los exámenes que concluyeran que se trataba de «El Señor de los Cielos».
Una semana después de su fallecimiento, la PGR mostró públicamente el cuerpo adentro del ataúd. Su rostro estaba completamente deforme e irreconocible, lo que despertó aún más dudas porque de la cara sobresalía un bigote, cuando se supone que para la cirugía debían haberlo rasurado.
Finalmente, el cuerpo fue entregado a la familia y sepultado en un mausoleo que en si interior tiene una capilla para 50 personas.
Carrillo Fuentes fue uno de los primeros capos que utilizó aviones de reacción para traficar cocaína a Estado Unidos. Era conocido como «El Señor de los Cielos» por el tamaño de su flotilla de aeronaves.