António Guterres habló sobre las altas tasas de mortalidad materna, las niñas obligadas a contraer matrimonio precoz y las secuestradas y agredidas por asistir a la escuela como evidencia de que la esperanza de lograr la igualdad de género “es cada vez más lejana”.
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GINEBRA (apro).- Los avances hacia la igualdad de género “se están desvaneciendo ante nuestros ojos”, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en el marco del Día Internacional de la Mujer y advirtió que para que la humanidad alcance dicha paridad llevará unos tres siglos.
Guterres señaló según las últimas estimaciones de ONU Mujeres, la organización de la ONU dedicada a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, la igualdad de género está “a 300 años de distancia», siendo Islandia el país con mayor igualdad de género en el mundo.
Asimismo, Guterres habló sobre las altas tasas de mortalidad materna, las niñas obligadas a contraer matrimonio precoz y las secuestradas y agredidas por asistir a la escuela como evidencia de que la esperanza de lograr la igualdad de género “es cada vez más lejana”.
En su discurso, Guterres no mencionó a Irán en donde el año pasado y hasta la fecha miles de mujeres han salido a las calles a protestar a raíz de la muerte en custodia de la joven Mahsa Amini, miles de manifestantes han sido detenidos y varios han sido ejecutados, además, se teme que cientos de niñas han sido envenenadas con gas en las escuelas.
Sin embargo, reprochó que “los derechos de las mujeres están siendo pisoteados, amenazados y violados en todo el mundo”, dijo Guterres quien nombró al gobierno de Afganistán, en donde “las mujeres y las niñas han sido borradas de la vida pública”.
Según cálculos de ONU Mujeres se necesitarán hasta 286 años para cerrar las brechas existentes en materia de protección legal y en eliminar leyes discriminatorias y 140 años para lograr la representación equitativa en los puestos de poder y liderazgo en el lugar de trabajo.
El estudio sobre el progreso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en clave de género añade que, de persistir las actuales condiciones, no se podrá cumplir con la meta que busca alcanzar la igualdad entre géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas para 2030.
También indica que, de no tomarse medidas inmediatas, los sistemas legales que no prohíben la violencia contra las mujeres, los que tampoco protegen los derechos de las mujeres dentro del matrimonio y en la familia y los que no garantizan la igualdad de derechos de propiedad y control de las tierras podrían seguir existiendo por muchas generaciones más.
Además, revela que para erradicar el matrimonio infantil de aquí a 2030, el progreso debe ser 17 veces más rápido que el que se produjo durante la última década.
En opinión de la directora ejecutiva de ONU Mujeres Sima Bahous, cuando estamos cerca de alcanzar la mitad del camino hacia el año 2030 nos encontramos en “un punto de inflexión” con relación a los derechos de las mujeres ya la igualdad de género.
“Es crucial que nos movilicemos ahora para invertir en las mujeres y niñas, y recuperar y acelerar el progreso. Los datos muestran regresiones indiscutibles en sus vidas —en cuanto a ingresos, seguridad, educación y salud— que han empeorado por las crisis mundiales. Cuanto más tardemos en revertir esta tendencia, más nos costará a todas y todos”, afirmó.
Crece el número de mujeres y niñas viviendo en situación de pobreza extrema.
El informe también señala un preocupante retroceso en la reducción de la pobreza, una situación que probablemente se verá agravada por el aumento de los precios.
A finales de 2022 unos 383 millones de mujeres y niñas vivían en situación de pobreza extrema (con menos de 1.90 dólar al día), en comparación con los 368 millones de hombres y niños, mientras que un número superior no alcanzará los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas como la alimentación, el vestido y la vivienda adecuada.
De mantenerse las tendencias actuales en el África subsahariana, en el año 2030 habrá más mujeres y niñas viviendo en situaciones de pobreza extrema que en la actualidad.
En el apartado de conflictos, la guerra en Ucrania empeora aún más la inseguridad alimentaria y el hambre, especialmente entre las mujeres y los niños, limitando el suministro de trigo, fertilizantes y combustible, e impulsando la inflación.
Durante el año pasado, cerca del 38% de los hogares dirigidos por mujeres en zonas de guerra padecieron una situación de inseguridad alimentaria moderada o grave, en comparación con el 20% de los hogares encabezados por hombres.