Retomó el liderazgo mundial, y cambió la política migratoria
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En menos de 100 días de gobierno, el presidente Joe Biden retomó el liderazgo internacional que caracterizó por años a Estados Unidos y le mostró una nueva cara al mundo, aunque al interior padece una crisis migratoria.
Ha demostrado ser inesperadamente duro en política exterior con respecto a los principales rivales de EU. Impuso sanciones a Rusia, en respuesta a la interferencia de Moscú en las elecciones de 2020 y se refirió al presidente ruso Vladimir Putin como un «asesino».
Mantuvo sanciones a Irán y se negó a levantarlas como condición para involucrar a Teherán en negociaciones nucleares.
Conservó los aranceles comerciales de Trump sobre China, permitió que diplomáticos de EU visitaran Taiwán y aumentó la presión sobre Beijing por su trato a uigures en Xinjiang y su represión contra los activistas por la democracia en Hong Kong.
Biden, quien lideró a mediados de abril una reunión virtual por el Día Internacional de la Tierra, aceleró el proceso para que EU se reincorporara al Acuerdo de París de 2015, abordará el cambio climático y anunciara un enfoque para descarbonizar la economía de EU para 2050.
También es verdad que, tras su llegada al poder, el pasado 20 de enero, los flujos migratorios de centroamericanos, se dispararon; en marzo se registraron más de 172 mil detenciones, entre ellas, 9 mil menores que intentaban llegar solos a EU.
Biden encargó a su vicepresidenta, Kamala Harris, tomar el control del tema migratorio; la demócrata prometió 310 millones de dólares en ayuda humanitaria adicional para Guatemala, Honduras y El Salvador, en un esfuerzo por detener la ola migrante. Además, de visitar a México en junio, con el mismo propósito.
Otro pendiente de Biden son los tiroteos masivos, van 163 en 2021, según el Archivo de Violencia con Armas. Su gobierno impulsa una reforma para su uso y venta. Y otra más para los cuerpos policiacos.
Biden exige cambios legales, incluida la prohibición de las armas de asalto de estilo militar, pero esas medidas están sujetas a la aprobación del Congreso.
Biden prometió 100 millones de inmunizaciones contra el COVID-19 en los brazos de los estadounidenses en sus primeros 100 días en el cargo. Pero ya se han administrado más de 230 millones y busca a pasos acelerados recuperar las pérdidas laborales y retomar las clases presenciales.
Las encuestas muestran que más de la mitad de los estadounidenses (55%) aprueban el trabajo de Biden, y eso incluye algunos votantes republicanos.
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