Por Adrián De los Santos
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Las autoridades judiciales llevan a cabo las investigaciones en torno a la muerte de otro interno del penal de Ixtapa, el cual fue hallado colgado dentro de su celda, la tarde de este viernes.
Con este es el segundo muerto en lo que va de la semana y en ambos casos, se presume se trate de un suicidio, aunque las autoridades judiciales llevan a cabo sus investigaciones correspondientes.
Se dio a conocer que fue la tarde del viernes, cuando las autoridades judiciales fueron alertadas acerca de una persona que había sido hallada sin vida dentro del penal, por lo que rápidamente acudió al lugar el personal de la Fiscalía del área de asuntos de alto impacto.
Al llegar el personal investigador, fueron enterados que a la hora del pase de la segunda lista, se dieron cuenta de que uno de los internos no había contestado, por lo que rápidamente fueron a buscarlo a su celda, llevándose la sorpresa de que había muerto, pues estaba colgado dentro de su celda.
Los agentes acudieron a tal celda, en donde se dieron cuenta de que el interno estaba tirado en el piso y el mismo de un extremo estaba amarrado de su cuello con un lazo negro y el otro extremo del lazo está amarrado de uno de los barrotes de una ventana de la celda.
Al llevar a cabo sus investigaciones, se dieron cuenta de que el ahora occiso estaba identificado como Gregorio Zepeda García, el cual tenía 41 años de edad, originario de Uruapan, Michocán, mismo que estaba siendo procesado por el delito de homicidio.
Se dijo que el hoy occiso fue trasladado del penal de Guadalajara por sobrepoblación al penal de esta ciudad, pero que antes había estado también en el penal de Ciudad Guzmán.
Los agentes de la Policía Investigadora dieron aviso al personal de los Servicios Periciales, quienes llegaron para analizar la escena, para enseguida proceder al levantamiento del cuerpo sin vida, mismo que fue llevado a los descansos del Semefo para la necropsia de ley.
Es de mencionar que es el segundo occiso que es encontrado colgado en este penal, pues el primero fue Ricardo Cervantes Martínez, de 37 años de edad, el cual también fue trasladado desde Guadalajara a esta ciudad, estaba purgando una condena de 23 años por homicidio y solo le faltaban dos años para salir, sin embargo, presuntamente se ahorcó en su celda.
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