Se trata de una persona del sexo masculino de 72 años que estaba reportado como desaparecido desde el día 9 de mayo quien fue encontrado en un barranco
Tras un operativo de búsqueda realizado a los alrededores del poblado Amatlán de Cañas, las autoridades policíacas junto con pobladores de la región, localizaron a un hombre en estado de descomposición que estaba desaparecido desde los primeros días del pasado mes, quien se encontraba dentro de un barranco.
Del hallazgo del cadáver de la persona del sexo masculino de 72 años de edad, identificado con el nombre de Inocencio Rentería García, se informó que fue esta mañana del martes 02 de Junio del 2020, cuando los elementos de la Policía Estatal, adscritos a Amatlán de Cañas, informaron que en un operativo realizado en coordinación con elementos de la Agencia de Investigación Criminal, junto con Policías Municipales y del Departamento de desaparecidos de la (AIC), además de la participación del grupo canino K9, de la Fiscalía General DEL Estado, habrían logrado la localización del cuerpo.
Del hoy occiso, se conoce que este se encontraba como desaparecido desde el pasado 9 de mayo, por lo que ya existía una carpeta de Investigación por desaparición de persona, en hechos asentados con el número CI/082/2020.
Desde ese día sus familiares y amigos, además de las autoridades policíacas, andaban buscándolo, siendo esta mañana de martes, que fue localizado el cuerpo sin vida, luego de que realizaban dicho operativo de búsqueda pie tierra por el predio conocido como, De Justo, a las afueras del poblado de AMATLAN DE CAÑAS.
El operativo dio resultado, pues lograron localizar al señor Inocencio Rentería García, de 72 años, aunque lamentablemente ya sin vida, quien fue encontrado en un barranco ubicado a aproximadamente un kilómetro de donde también habían localizado algunas de sus pertenencias, que llevaba el día que desapareció.
De los trabajos de investigación y del levantamiento de los restos humanos se hicieron cargo el personal de la AIC y del SEMEFO, quienes lo llevaron al anfiteatro para la práctica de la necropsia de ley, donde más tarde fue identificado y reclamado por sus familiares, ante la autoridad correspondiente.