Guillermo del Toro se fue de México porque secuestraron a su padre en Guadalajara

“Me hubiera quedado en México toda mi vida, pero el secuestro de mi padre en 1998 cambió mi vida”, aseguró el cineasta, quien reside en Los Angeles, Estados Unidos.

proceso.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Durante una charla en el Festival de Cannes, el cineasta mexicano Guillermo del Toro (57 años) desveló que decidió irse de México después de que secuestraron a su padre, Federico del Toro, en 1998 en su tierra natal, Guadalajara, Jalisco.

 “Me hubiera quedado en México toda mi vida, pero el secuestro de mi padre en 1998 cambió mi vida. Empecé haciendo películas en Estados Unidos porque tenía mucho dinero por mi primera película en México, ‘Cronos’. Empecé a trabajar en la industria americana, después pensé que me quedaría haciendo películas españolas […] nunca estuvo planeado, sólo pasó”, indicó el ganador del Oscar (2017) a la mejor película y como mejor director por “La forma del agua”.

El padre de Del Toro fue secuestrado en Guadalajara. Pidieron 1 millón de dólares como rescate. No tenía esa cantidad de dinero. Al final, el señor fue liberado, sano y salvo, gracias a la ayuda del cineasta estadunidense James Cameron.

Cameron y Del Toro se conocieron durante el rodaje de “La invención de Cronos”, la primera película hecha en México por Guillermo. Cuando el estadunidense supo lo que estaba pasando Del Toro, le ofreció su ayuda; se pagó el rescate y 72 días después, el señor Francisco fue liberado.

Desde entonces, Guillermo Del Toro radica en Los Ángeles, California, Estados Unidos, pero el pasado 25 de mayo, en la 75 edición del Festival de Cannes, aseguró que su próxima película la filmará en su natal México.

En un video compartido por SensaCine México, el cineasta compartió que se encuentra escribiendo el guion de su siguiente largometraje, el cual planea rodar en su tierra natal.

Durante una plática organizada por el Festival de Cine de Cannes, llevada a cabo la semana pasada y a la que se invitó a ocho directores para hablar sobre el futuro del cine, Del Toro confesó que siempre ha querido presentar su versión de “Frankenstein”, de Mary Shelley, y “At the Mountains of Madness”, de H. P. Lovecraft.

“Esas dos obras representan lo que yo soñaba que quería hacer cuando era un niño, cuando era muy joven”, aseguró en el encuentro moderado por el director del Festival de Cannes, Thierry Fremaux, y el corresponsal de Canal+ y asociado del festival Didier Allouch.

Entre los invitados estuvieron, además de Del Toro, Claude Lelouch, Costa Gavras, Gaspar Noé, Paolo Sorrentino, Nadav Lapid, Mathieu Kassovitz y Robin Campillo. La sesión duró dos horas y media. Una segunda discusión se realizó el miércoles por la tarde.

De acuerdo con Variety, Del Toro comenzó la conversación diciendo que el cine como fenómeno cultural ha cambiado en importancia y, en el lugar que ocupa la cultura, por lo que el futuro se presentará sin importar si lo quieren o no.

“No podemos consagrar el pasado y triturarlo para preservarlo, porque no se mantendrá exactamente como era. Estamos exactamente en el mismo momento en que el cine se encontró con la llegada del sonido. Estamos descubriendo que es más que el sistema de entrega, es la relación con la audiencia lo que está cambiando”, indicó.

El cineasta mexicano mencionó dos de sus palabras más vilipendiadas, perniciosas y que necesitan de una discusión al respecto.

“Hay dos términos que entraron en nuestro léxico hace unos cinco o seis años que son horribles: ‘contenido’ y ‘oleoducto’, que son para describir petróleo, agua o aguas residuales. Sea lo que sea, no describen el arte y el cine porque hablan de una impermanencia, algo que simplemente atravesamos y tiene que seguir moviéndose. Y en mi mundo, una hermosa obra de narración audiovisual debería ocupar su lugar junto a una novela o una pintura”, afirmó.

Por otro lado, “contenido” y “canalización”, dijo, son palabras estrechamente asociadas a los servicios de transmisión, con los que Del Toro ha colaborado. Señaló que, el próximo proyecto del director, la película animada en stop-motion “Pinocchio”, fue financiada por Netflix, donde se estrenará este año.

“He estado cargando ‘Pinocho’ durante 15 años. Cuando lo anuncié, todos dijeron: ‘¡Considérenlo hecho! Ven y organiza una reunión’ y yo decía: ‘Es Pinocho, durante la vida del dictador italiano Benito Mussolini’, y ellos decían: ‘Oh, gracias’. Validarían mi estacionamiento y saldrían.

“Y, finalmente, la conseguí financiar en una reunión con Netflix. Así que hay ciertas cosas que se están haciendo. El hecho es que ¿los están viendo y cómo?”, inquirió.

 

                                                         
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