El director mexicano ofrece reflexiones sobre creatividad, bloqueo artístico y la reinvención de los clásicos del cine en un video junto a Netflix.
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Generoso y siempre directo, Guillermo del Toro compartió en un video reciente junto a Netflix una serie de reflexiones y consejos dirigidos a cineastas jóvenes mexicanos, abordando temas que van desde el bloqueo creativo hasta la reinvención de los monstruos clásicos del cine.
A través de respuestas honestas, anécdotas personales y citas memorables, el director mexicano demostró una vez más por qué se ha convertido en una de las voces más influyentes y admiradas del cine mundial.
El valor del optimismo con conocimiento

Para Del Toro, la creatividad y la perseverancia se deben afrontar con los pies bien puestos en la realidad. “El optimismo es un acto muy cabrón si lo haces con conocimiento. Si lo haces desde la ingenuidad, es terrible. Pero si tienes optimismo, sabiendo que el mundo es como es, es un acto de declaración de principios muy fuertes”.
Es decir, no basta con soñar; es necesario crear con la conciencia de las dificultades y la complejidad del entorno.
¿Cómo enfrentar el bloqueo creativo?

El director de Frankenstein y La forma del agua recomendó a quienes sienten que su creatividad está bloqueada recurrir a la variedad y la promiscuidad artística:
“La promiscuidad es la clave de la creatividad, por eso tengo tres o cuatro proyectos al mismo tiempo, porque es como ir de visita, ¿no?, a diferentes funciones familiares. Me aburro de una película, me muevo a otra y trabajar en la otra me destapa la que estaba tapada”.
Del Toro insiste en que la angustia bloquea y que a veces hay que darle tiempo al proceso: “Entre más te angusties por buscar la respuesta, menos la vas a hallar”.
Además, aconseja aceptar que la mente sigue trabajando incluso lejos del escritorio: “Si vas a Xochimilco a echarte unos alipuses o si vas en el viaducto, estás escribiendo, aquí estás escribiendo. Simplemente muévete a otro proyecto paralelo y, y dale tiempo”.
El arte del sonido y la perspectiva narrativa

En cuanto al universo sonoro en el cine, Del Toro asegura que “el silencio en cine son diez pistas”. Para él, el diseño de audio es una cuestión de “perspectiva, composición, sinfonía y ritmo”, centrado en definir qué desea expresar cada ambiente y dónde se ubica cada sonido espacialmente en la sala de cine. Como ejemplo, cita la construcción sonora de Frankenstein, donde explora cómo los aullidos de un lobo pueden colocarse “al frente, lado medio, lado atrás” en función de la emoción que se busca transmitir.
Sobre el proceso creativo a la hora de escribir una película, Del Toro distingue dos caminos: la narrativa y la crónica. En la narrativa, el cineasta debe decidir qué elementos expresivos va a usar y cómo representarlos:
“Si es crónica, ¿cómo voy a reproducir? Porque la crónica es la presentación de elementos reales sin un juicio moral”.
Utiliza como ejemplo el filme Vainilla (2025) para ilustrar cómo se puede retratar a una familia sin juzgar, mientras que en Bardo, la narrativa explora sensaciones como el exilio y el desarraigo.
Monstruos clásicos y el arte de resignificarlos

Del Toro encuentra fascinante el regresar a los monstruos clásicos. Retomando una conversación con Gabriel García Márquez en Río de Janeiro, el director explica que personajes como Drácula, Frankenstein, Pinocho, El conde de Montecristo, Tarzán y Sherlock Holmes forman parte de un “abecedario de la humanidad”.
Son figuras que trascienden generaciones, porque sus significados pueden ser resignificados en cada contexto: “Ese vocabulario, ese abecedario, se puede, nunca es viejo, siempre es eterno. Siempre es eterno porque se puede renovar”.
Para Del Toro, lo importante es atreverse a reinterpretar historias universales: “Si yo te digo: ‘Voy a hacer Frankenstein otra vez’, y dices: ‘Pero va a ser en Tepito’. Ah, la quiero ver. O sea, el contexto cambia la canción.”
El amor, la eternidad y el coraje

Sobre el papel del amor, Del Toro se pone filosófico: “El amor es la ausencia de miedo. Es un acto profundamente valiente y profundamente sencillo”.
Señala que: “cuando se ama, se es eterno. Y cuando se teme, estás muerto aunque estés con pulso”.
El director remarca que el amor, incluso en sus formas “cabronas, corrosivas, difíciles o imperfectas”, es la emoción que dota de sentido a los cuentos de hadas y a la vida, “como venga la sopa, así te la tomas”.
Un consejo vital para nuevos cineastas

En síntesis, Guillermo del Toro llama a los creadores mexicanos a ser audaces, a no temerle a la multiplicidad de proyectos, ni a reinventar las historias clásicas.
“Al declarar algo, le das categoría de existencia”, señala el cineasta, invitando a los jóvenes a sostener el optimismo con conocimiento, a perder el miedo a la dificultad, y a buscar su propia voz, aunque el viaje sea largo y lleno de monstruos.


